6. Lydia

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Corres lo más rápido posible detrás de Merle, pero de todas formas no logras detener al descontrolado e impulsivo de tu hijo; su padre observa atentamente como se acerca a él, fueron dos segundos para que los dos terminaran en el suelo mientras Merle no para de gritar cosas y dar golpes de puño en todo el rostro de su padre. Algunos se acercan a separarlos, tú mueres de vergüenza, ya que la gente comenzaba a prepararse para darle sepultura a Jesús y todos se detenían a ver la escena.

- Basta, por favor - sostienes al de cabellos claros, pero él insiste en acercarse a su padre - Podemos hablar adentro de forma civilizada.

- ¿Qué mierda te pasa? - Daryl limpia su nariz, ya que sangraba -

- Dilo - grita el joven - Quiero escucharlo de ti, quiero escuchar que fuiste un maldito imbécil y engañaste a mamá - Daryl abre sus ojos a más no poder, tu bajas la mirada - ¡Dilo!

- Lo hice - Merle luce bastante decepcionado, la ira lentamente desaparece de su rostro y aparece una  terrible tristeza. Él se suelta de tu agarre y se va dirección a las celdas -

- Merle... - Daryl intenta seguirlo, pero tú lo detienes - Debo...

- No ahora, dale un tiempo - él asiente mientras se aleja lentamente, tú te quedas ahí viendo cómo todo se derrumba en tu familia frente a tus ojos y no puedes hacer nada para evitarlo. Caída tras caída, lo malo siempre venía de a poco y todo junto.

Merle entra al calabozo, allí se encuentra con Henry conversando con la chica que habían tomado como rehén del grupo que había matado al líder de Hilltop. Él les da una mirada de desaprobación, el rubio se pone de pie y rasca su cabeza.

- Ey... ¿Qué pasó con tu mamá? ¿Por qué lloraba?

- Porque... ¡¿Qué mierda te importa?! - Merle entra a su celda y él mismo cierra la reja - Que me avisen cuando entierren a Jesús.

- ¿Hasta cuándo estarás aquí?

- Hasta mañana.

- Que putada... ¿Tus padres no dijeron nada?

- No me hables de ellos... y ahora ándate... o quédate en silencio.

- Bueno, no estás de ánimo - da unos cuantos pasos - nos vemos luego, Lydia.

Él no recibe respuesta, sus pasos cada vez desaparecen hasta que el silencio vuelve a reinar en el lugar. Merle se encuentra en su cama, de frente a la muralla en posición fetal. Tiene su mirada fija en una grieta, no puede dejar de mirarla mientras miles de pensamientos bombardean su cabeza. Siente su boca secarse, sienta sus manos temblar y todo su cuerpo tensarse. Su padre, Daryl Dixon, era la gran figura de su vida. Era su mayor ejemplo, le gustaría ser la mitad de lo que era él, hasta tan solo unos minutos atrás.  No puede creer que haya hecho semejante traición, no puede creer que haya sido tan hijo de puta y haya engañado a su madre. No puede creer que todo este tiempp haya vivido en una mentira y en una falsa ilusión de que sus padres habían terminado su relación y que en algún momento lo retomaría. No puede creer que él estuviera dispuesto a hacer de todo con tal de volver a juntarlos, pero ahora no. Tú te merecías algo mejor. Siddiq había fallado, pero él tenía razón con que lo suyo no era ni un grado similar a lo que Daryl había hecho, por lo que si tú estuviste dispuesta a perdonar a su padre, también deberías estarlo para tu nuevo novio.

Se levantó de la cama, dio un par de vueltas y terminó estrellando su puño derecho una y otra vez sobre el muro. Sus nudillos se lastimaban, sangraban y dolían, pero para él no era una señal de que debía parar, hasta que finalmente escuchó la fina voz de la chica que tenía al lado.

- Ey, cálmate. Te harás daño.

- ¡¿Qué mierda te importa a ti?! - grita fuera de sí, siente sus mejillas arder y de pronto estas están húmedas por sus lágrimas. Él cae al suelo, rompe en llanto y no le importa que sus sollozos retumben en el lugar -

Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora