29. Caos

754 45 11
                                    

Las gotas de tus cabellos mojados caían a la mesa, junto a tu café y pan. Hace más de cinco minutos estabas revolviendo tu bebestible. Lydia, quien te acompañaba en el desayuno, notó esto. No tenía muy claro como empezar la conversación respecto a lo que te sucedió al despertar, no quería herirte con ese tema, pero también creía necesario que lo hablaras.

Una gota de agua de tu cabello cayó hasta tu café, ahí fue cuando finalmente despertaste. Dejaste de revolver y procediste a probar tu café, ahí te diste cuenta que este ya estaba tibio. Levantas la mirada y te encuentras con la de Lydia, pero esta la baja apenas se cruzan. Revuelve con fuerza su té y procede a beberlo.

- ¿Cómo vas con las clases de escritura y lectura?

- Las dejé - responde aún sin mirarte.

- ¿Por qué?

- No lo creo necesario.

- Ya te expliqué lo importante que es... ey... - tomas sus manos -. Sé que te dije que te ayudaría, pero ya ves como estoy.

- No te disculpes - sube su hombro y sonríe a medias -. No soy tu responsabilidad.

- Estás en mi casa y eres menor de edad, así que sí eres mi responsabilidad.

- Pensaba hablar con Michonne para pedir una casa.

- ¿Una casa? – ríes leve -. Lydia, aquí no entregan casas a jóvenes como tú... ¿Hay algo que te moleste aquí? ¿por qué quieres irte?

- Estorbo.

- No, no lo haces... - suspiras -. ¿Es por todo lo que está pasando aquí? Lo entendería. Mis gritos, las peleas, las mentiras...

- No, no es eso – niega levemente -. Solo he traído tristeza y rabia a esta comunidad, en esta casa en especial.

- No, Lydia. Basta de culparte por eso – golpeas levemente sus manos -. De verdad, nada de esto es culpa tuya.

- Me gustaría quedarme aquí... me siento incluida, tengo una habitación – sonríe débilmente -. Pero siento que no soy digna de todo esto.

- Pues siéntelo. Todo esto te lo mereces, tienes el derecho de vivir en una casa y tener tu propia habitación.

- Gracias, ___.

- No hay por qué decir gracias... - vuelves a tomar de tu café -. Esto ya está frío – te levantas para poner a calentar nuevamente el agua.

- ¿Quieres hablar de eso?

- ¿De qué? – miras a través de la ventana, directamente al jardín donde hay un pequeño árbol.

- Sobre lo que pasó con Siddiq...

- Oh... - giras para verla -. Debe haber sido solo un sueño.

- Yo no lo creo. Estando aquí, durante una noche con insomnio, sentí el perfume de alguien que no está vivo y era como si estuviera aún aquí, junto a mi cama. Cerré los ojos y pude sentir como si me abrazara.

- ¿Merle? – ella deja caer su taza al plato, provocando un fuerte ruido que te asusta.

- Perdón... perdón.

- Está bien, yo tuve la culpa – ella niega.

- Sí, era él.

- Jamás me había ocurrido algo así – te abrazas a ti misma -. Parecía que él realmente me estaba despertando – cierras los ojos al recordar su voz -. Siddiq era tan preocupado y dulce conmigo.

- Él era alguien bueno.

- ¿Lo conociste?

- Sí, lo suficiente para saber que era alguien de los buenos y que no merecía nada de lo que le pasó.

Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora