Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]

104. Solos

Van en un auto siguiendo el camino que va hacia Oceanside, lo reconociste de inmediato, pero no estabas del todo segura si era exactamente allí donde te lleva. Ambos van en silencio, hoy por la sanidad mental de él no pones la música Country de Rick. Vas jugando con tu anillo, a pesar de que te queda un poquito grande, estás fascinada con él.

Salieron desde Alexandria después de que todos regresaran a sus casas, muchos habían amanecido con resaca y muertos de hambres, por lo que se retrasó un poco la vuelta a sus comunidades y que ustedes salieran. Algunas personas habían ido temprano a casa, ya que les habían llevado un pequeño obsequio a ustedes, los que recibiste encantada. Definitivamente había sido un buen despertar y lleno de muestras de cariño por parte de la otra gente.

Al fin Daryl se atrevía a romper el camino, vira hacia la izquierda y se adentra en uno de los bosques. Sigue un pequeño camino por alrededor de veinte minutos, toda va quedando claro de la salida cuando al frente se logra ver una pequeña cabaña abandonada. Estaciona a un costado y se dirige hasta tu puerta para abrirla.

- ¿Querías una casa cerca de la playa? – indica el frente, se logra divisar el mar – aquí estamos.

- No puedo creerlo – lo abrazas fuerte – Daryl...

- ¿Qué? ¿No te gustó? – toma de tu mano y se dirigen a la pequeña casa, pero bastante acogedora. Es simple, tiene solo una habitación y el comedor junto a la cocina comparten espacio. Inspeccionas cada esquina, sabes que le llevó tiempo limpiarla y arreglarla; de verdad agradecías estas cosas de él –

- Es genial – lo miras y es inevitable correr hasta él, colgarte en su cuello y comenzar a besarlo – gracias, de verdad.

- No tienes que agradecer, para mí también es grato escapar de allá. Sé que te emociona esto de formar algo más civilizado, pero definitivamente esto es lo mío. Estar apartados de todos, excepto de ti.

- Lo sé, por eso quería que pasáramos tiempos en ambos lados – lo besas nuevamente, te sueltas del agarre que tienes con él y sales de la casa, vas hasta el maletero del auto por las cosas que traían. Daryl de inmediato te quitó todo y lo ingresó a la casa, ruedas tus ojos y tomas un par de cosas que quedaron – ey, no era nada tan pesado.

- Pero podía traerlo yo – lleva sus manos a las caderas – bueno, ¿Qué es lo primero que quieres que hacer?

- Mm, ¿No crees que te hace falta un poco de agua? - alzas tus cejas varias veces.

[...]

Una ola un poco agresiva llega hasta ustedes, haciendo que ambos perdieran el equilibro, pero Daryl intentando de que tú te mantuvieras de pie, él cae y cae con todo el cuerpo al agua. Él no quería mojarse el cabello, pero terminó haciéndolo. Ríes de buena gana mientras te acercas a él para ayudarlo a levantarse. Frustrado lo hace, rápidamente se sacude tal si fuera un perro.

- Joder, ¿Por qué elegiste esto? - limpia sus ojos rápidamente, tú sigues riéndote de la situación - 

- Porque hace calor y sabía que me iba a reír – te cuelgas en su cuello al ver que una ola más pequeña llega hasta sus cuerpos y los moja hasta el nivel de la cadera. Él cierra su ojo derecho al tener un mechón de pelo cayendo allí, tú con cuidado lo apartas y lo arreglas detrás de su oreja – y porque te ves demasiado sensual mojado.

- Ya basta – se suelta de tu agarre y se adentra más al mar, tú te quedas mirándolo - ¿No vas a venir?

- No muy profundo, es que ahora me da miedo – él estira su mano, la aceptas y comienzas a caminar - ¿Me vas a cuidar?

- Siempre lo hago – aguanta la respiración y se hunde en el mar que ahora parece estar tranquilo, sale rápidamente y termina su espectáculo sacudiendo su cabeza para quitar sus cabellos del rostro. Miles de gotas saladas caen en tu rostro provocando una pequeña risa en ti. Él rápidamente te toma de la cintura y te hace sumergirte –