LXII

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Daryl dormía plácidamente en la cama cuando sintió un gran lío fuera de la habitación. Él pestañeó con pereza, pasa su mano por su rostro y mira a su lado. Se sorprende que la pequeña niña ya no estuviera a su lado como hace dos horas atrás. Se sienta y encuentra que a sus pies esta Chupacabras durmiendo. Acaricia su cabeza y se levanta finalmente. Sale del cuarto y lo primero que se encuentra es con la niña de diez años corriendo por el pasillo hacia la habitación de Lydia.

- ¿Qué haces? - ella empieza a registrar uno de los muebles -. ¿Qué haces, hija? ¿Por qué revisas las cosas de Lydia?

- Estoy buscando - saca un montón de cosas -. Y Lydia me dijo que cuando necesitara algo que ella tuviera, podía registrar sus cosas.

- ¿Qué buscas?

- Lentejuelas y brillantina - agarra su cabeza -. ¡Pero no hay en esta casa! ¡no puedo hacer mi regalo!

- ¿Segura que no hay? ¿revisaste abajo? - ella gira y asienta -. ¿En tu habitación, en la caja de arriba?

- ¡Todo, papá! De hecho, se cayó la ropa de invierno.

- Saida...

- Lo siento - empieza a guardar las cosas que había sacado -. Debemos ir con tía Connie.

- Es demasiado temprano, después la pasaremos a ver.

- ¡No! - ella sale de la habitación -. Voy a bañarme, espero que tú lo hagas también.

- ¿Insinúas algo? - huele su brazo -. ¿Estoy apestoso?

- No, pero apenas termine salgo a Alexandria donde tía Connie.

- ¿Sí? - se cruza de brazos -. ¿Cómo irás? ¿quién te va a llevar?

- Pues... - se cruza de brazos también -. Me voy en la bicicleta.

- ¿Sí?

- Sí.

- Ven acá, niña grande - su padre la toma en brazos y empieza a besar su cabeza cientas de veces. Ella solo ríe y patalea.

[...]

- Es demasiado temprano, nadie sale de sus casas aún - observa a todos lados, no hay un alma levantada en Alexandria. Bosteza sonoramente.

- Papá - lo reprende.

- Perdón.

- Sé que tía Connie está levantada, ella siempre despierta temprano - llegan hasta la casa de la morena. Daryl se queda atrás, su mirada va hacia el cementerio, en específico a tu tumba. Siente una brisa chocar en su rostro que lo hace sonreír levemente. Dirige nuevamente su mirada hacia su hija, ella golpea dos veces la puerta bastante fuerte

- Saida, despertarás a todos.

- Ella debe sentirlo, lo sabes - él niega y tapa su rostro. La puerta se abre y la morena aparece en el lugar. Mira a los dos sorprendida y luego les sonríe ampliamente.

- Lo siento - dice Daryl en lengua de señas que maneja perfectamente junto a Saida.

- No te preocupes - da paso para que los dos entren. Se saludan de un abrazo -. ¿Qué pasa? ¿todo bien?

- Necesito lentejuelas y brillantina, tía Connie. Estoy segura que tienes ¿o no es así?

- Es cierto, pequeña. Tengo algunas, ven - ella extiende su mano, la niña acepta y se dirigen al taller. Daryl las iba a seguir, pero la morena pone su mano al frente para detener al de la ballesta.

- ¿Qué pasa?

- En mi taller están los trajes de los niños, no puedes entrar - dice un tanto divertida.

Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora