Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]

8. Errores

Lydia se estremeció al sentir el agua caliente por su cuerpo, estaba tan acostumbrada a limpiarse de vez en cuando en el agua fría del río y si es que su madre no la pillaba. La última vez que lo hizo, ella la había golpeado sin parar en su torso. El olor a limpio la perturbaba, aquel shampoo natural que le diste le había encantado, pero aún no podía olvidar el olor de allá afuera. Cuando sale del cuarto, te acercas a ella para peinarla ya que sus cabellos estaban muy enredados. Ella se deja, le agrada la sensación que le das. Luce una pequeña sonrisa, eso llamo tu atención.

- ¿Alexandria es igual que aquí?

- Un poco, es más grande y hay menos puestos de trabajo artesanal, la gente allá se preocupa más de cuidar la comunidad, de hacer vigilancia y solo algunos pocos se preocupan de los alimentos, las construcciones y esas cosas. La mayoría se encarga solo de vivir como antes.

- Merle me dijo que han estado varios años allí, mucho antes de que él naciera.

- Así es.

- ¿Sus muros nunca han caído?

- Sí, dos veces y las dos por culpa de humanos – miras atentamente a la chica - Llegó un momento en que los caminantes no eran nuestro verdadero problema y temo que vuelvan a ser nuestra pesadilla.

- Ella no vendrá por mí, tranquila.

- Por como la has descrito, no creo que te abandone. Ella te necesita, por algo te mintió y te ha manipulado - la chica baja su mirada - Si ella viene, no podré hacer nada por ti. No quiero problemas, menos la líder de esta comunidad; te entregaremos.

- Y lo entendería, no quieren meterse con mi mamá.

- Espero que ella no venga, creo que te mereces la oportunidad de vivir en normalidad... y porque no quiero que Merle nos odie más de lo que ya lo hace.

- Deberían hablar con él.

- Daryl no quiere.

- Que se joda Daryl - tú ríes - Perdón, solo que creo que Merle necesita una explicación lógica a todo lo que pasó. Necesita aclarar bien por qué su familia se quebró.

- A pesar de todo, eres muy sabia, Lydia... - acaricias su hombro - Ojalá Merle aprenda de ti.

- ¿Cómo se siente tener un bebé en tu interior?

- Al principio nada, solo sientes molestias generales. Ya cuando crece sientes como se mueve e incluso te patea, mi primera hija era una karateca - reíste leve -

- ¿Karateca?

- Pateaba mucho, a eso me refiero.

- Romy... ¿No?

- Sí, Romy.

- ¿Y cuando están adentro no sienten dolor?

- ¿Dolor? - la miras extrañada - No lo creo, es decir, si estuviera pasando algo malo con él, quizás sienta dolor.

- Mamá dejó que un grupo de caminantes devorara a una mujer embarazada, estaba gordísima y aún recuerdo sus gritos. Siempre me pregunté si ese bebé sintió dolor, mamá dijo que debía morir porque no iba a sobrevivir de todas formas - sientes un frío recorrer tu cuerpo, cada palabra de ella retumbaba en tus oídos - Tienes la misma cara de Merle cuando le conté lo de mi grupo.

- P-perdón... no imaginé escuchar algo así - te sientas al frente de ella - No te juzgo ni siento... no quiero que me entiendas mal, pero resultó incómodo escuchar eso, sobre todo porque yo estoy embarazada y porque creo que tu madre es un gran peligro.

- Oh, entiendo... - asiente levemente - ¿Disculpas?

- Está bien, de a poco te acostumbrarás - vuelves a ponerte de pie y sigues peinándola lentamente – Merle te va a enseñar la comunidad ¿Tienes problema con eso?