35. Buscando la horda

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Los rayos de un leve sol de invierno caen sobre tu rostro. Te quejas un poco, pero finalmente despiertas. Todo parecía tan gris en la habitación, tan oscuro como nunca antes. Giras para ver a tu lado y te encuentras con que estás sola, por alguna razón desde hace una semana despertabas pensando que todo lo ocurrido había sido una horrible pesadilla y que encontrarías a Daryl a tu lado. Apoyas tu espalda en el colchón y empiezas a recordar las cosas, a repasar todo. Cuando sientes tus ojos humedecerse decides ir a darte un baño y salir finalmente de la casa.

Una semana a transcurrido desde que te enteraste de todo y no ha sido fácil lidiar con eso. Has tenido crisis de pánico, muchas veces te has quedado pasmada durante unos minutos y luego reaccionas, los dolores de cabeza han sido tu compañero y las náuseas y mareos han vuelto. Sangraste los primeros días, temiste por la salud del bebé, pero te negaste ir hasta el médico. Te daba un terror horrible pensar que todo se había acabado. 

Todo había cambiado drásticamente, pero intentas adaptarte a ellos. Tenías que pelear sola en esto, todo iba a depender de ti desde hoy. Estabas cansada de ver a tu gente con miedo, escondiéndose y aceptando cualquier condición de ese grupo de enfermos. Estabas exhausta de ver que nadie hacía nada por honrar a los suyos. Todo este tiempo ellos han ganado, no han sufrido ninguna pérdida, pero eso iba a cambiar. Desde hoy todo eso iba a cambiar.

Preparas tu bolso, las armas y vas hacia el comedor comunitario. Pides un pan para comer, ellos te lo brindan sin dudar. Estabas a punto de salir de la comunidad cuando tienes a Daryl al lado tuyo. Estaban en el proceso de abrir las puertas cuando él empezó la conversación.

- Hola.

- Hola – ni si quiera lo miras.

- ¿Cómo te sientes?

- Mejor, ya estoy... - suspiras -. mejor.

- ¿Dónde vas?

- Iré un rato afuera, tengo que comunicarme con Mary – las puertas finalmente se abren, por lo que sales de la comunidad. Daryl te sigue unos cuantos pasos más atrás.

- ¿Te molesta si te acompaño?

- Haz lo que quieras, aunque te diga que no lo harás igual.

- ¿En algún momento vamos a hablar de-

- Mira, Daryl – giras a verlo finalmente -. ¿Quieres ser mi niñera como lo han hecho durante esta semana? Está bien, hazlo si quieres, pero no esperes que seamos amigos y conversemos y nos reconciliemos como si nada hubiera pasado.

- Realmente no quiero eso.

- Entonces cierra tu boca. Hablaremos cuando yo esté lista.

Sí, las cosas con él y Romy aún estaban tensas. Apenas hablabas con ellos y si los veías era solo porque ellos estaban vigilándote en cada paso que dabas. Las cosas estaban mal con ellos, tan solo compartir unos segundos te volvías loca. Sentías la rabia creciendo en tu pecho, sentías la necesidad de insultarlos y tratarlos tan mal. No podía controlarlo, solo tenías tanta rabia por lo que hicieron. Sabías que algún día pasaría, pero no sería hoy y quizás tampoco mañana. Solo necesitabas tiempo y ellos insistían tanto, lo que era peor para ti porque perdías más la cabeza. 

Apresuras el paso y comienzas a perderte por el bosque. Van en silencio ambos, agradecías que haya entendido al fin que no querías hablar con él. La verdad te dolía hacerlo, te hacía sentir mal estar ignorándolo de esta forma y haciéndolo sentir basura, pero no estabas lista para esa conversación. No estabas lista para decirle cuanto lo odiabas por lo que hizo, por lo que te ocultó. Podías soportar lo de Siddiq, pero definitivamente lo de Merle era imperdonable. La relación entre ustedes dos estaba quebrada y posiblemente jamás volvería a hacer lo mismo.

Keep Alive ~ [ Daryl Dixon y tú ]Donde viven las historias. Descúbrelo ahora