Malala Lorenzo.
Jueves 17 de Abril, 9.15
°
Muerdo mi labio excitada y puedo sentir como mojo la cama, él golpea de nuevo y cierro los ojos pues mis muñecas están inmovilizadas.
~
-No merezco el castigo. -continuo.
-¿No? -azota de nuevo.
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Cierro los puños y siento su glande pasar por mi trasero.
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-Mierda. -murmuro excitada.
-Usted debe saber comportarse. -acaricia mi trasero cual trofeo.
-Siempre me porto bien. -lo muevo buscando su sexo.
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Azota nuevamente haciendo que me palpite la zona al igual que mi sexo y vuelve a pasar su glande por mi trasero pero esta vez si entra, joder, entró durisimo.
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-Oviedo. -gimo dolorida.
~
Noto como escupe levemente para mojar la zona y cierro los ojos cuando agarra toda mi melena rizada entre sus manos jalando de este.
~
-Oviedo. -gimo.
~
Tira de esta dando cada vez más duro, golpea con su mano y muevo mi trasero ayudando a mi chico.
~
-Así perfecto señorita. -puedo sentir su sonrisa.
~
Muerdo mi labio continuando con mis movimiento y él los compagina perfecto con los suyos, realmente lo hace genial este hombre.
Freno mi cadera cansada pero justo en ese momento baña todo mi trasero haciendo que yo me quede a medias en ese preciso instante.
~
-Oviedo. -murmuro.
~
Tumba justo debajo mia, nose como logra meterse bicarriba entre mis piernas pero lo consigue.
Me besa con fuerza y me observa acariciando mi sexo con sus dedos.
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-Intenta sentarme en mis labios. -murmura.
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Miro las esposas y él niega.
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-Señor. -murmuro.
-Usted lo merece. -me ayuda a colocarme.
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Quedo Inclinada hacia delante haciendo fuerza con el abdomen pues me tengo que sostener para no caer realmente en su boca.
Muerde, acaricia y chupa como a él le viene ne gana y me sorprende que se pare a hacer que yo me corra cuando él ya se vino.
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-Señor. -tiro de las esposas con fuerzas.
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Se hunde en mi sexo haciendo que grite y muevo mi cabeza suavemente ¿me estoy follando su boca? Muerde el interior de mi y grito viniendone sobre esa zona cayendo rendida a la cama a cuando él se reincorpora.
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-¿Estás bien? -me mira mientras de quita las esposas.
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Asiento realmente muerta y me limpia el trasero cuando me quita las esposas.
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-Que rica estas. -muerde mi trasero.
-¡Jesus! -grito riéndome.
~
Me froto los ojos y tira de mi poniendome en pie.
~
-¿Enserio estás bien? -pregunta.
~
Asiento besandolo.

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La rosa negra
VampirosLa mujer más sencilla que puedas encontrar, universitaria de dieciocho años en Madrid a la cual su padre abandonó hace tres años provocando que su madre caiga en una profunda depresión choca con él, un abogado de veinticinco años el cual lo último q...