La rosa negra

Capítulo 133

Malala Lorenzo.
Sábado 26 de Febrero. 3.30
°
Alzo la cadera aún más aferrándome a las sábanas, gimo su nombre haciendo que tome mis caderas decidido y ahogo un gemido realmente fuerte.
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-Te amo. -murmuro.
-Bebé. -besa mi ingle.
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Muerdo mi labio, sonrio gimoteando y aprieto mis párpados evitando el gritar cuando me vengo sobre sus labios.
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-Te ves tan bonita joder. -asegura.
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Noto sus labios besar mi cuello, llevo mis manos a sus boxers y abro los piernas.
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-¿Te encuentras bien? -susurra.
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Entreabro los labios, frunzo el ceño y beso sus labios suavemente.
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-Claro... -digo desconcertada.
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Asiente sonriendo, tira de mi colocandome sobre él y desliza sus dedos por mi silueta haciendo que agradezca en silencio que la luz esté apagada.
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-Jesus... -murmuro.
-Eres lo más perfecto del mundo, joder. -gruñe cuando muevo mi sexo sobre la tela de su boxer.
-Para. -suplico.
-Te digo la verdad. -susurra.
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Beso sus labios callando todo lo que quiere decirme, bajo su boxer y ahoga un gemido cuando mis manos mueven su miembro suavemente.
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-Él día que te dije que mi polla era sensible fue coña. -susurra riendo.
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Rio agitando mi cabeza golpeando su pecho y alzo mi cadera colocándola.
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-Ahora te quedas así. -susurra.
-Bebé. -suplica.
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Sonrio bajando suavemente mi cadera y lo poco que puedo ver de su rostro dice todo.
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-Siempre me encantó lo estrecha que eres. -asegura.
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Entre abro mis labios moviendo mis caderas como a Jesús siempre le gustó, me apoyo en su pecho levemente y besa mis labios gimiendo sobre estos, joder, este hombre es lo más sexy que jamás podré ver.
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-Te amo. -asegura agarrando mi trasero.
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Cierro los ojos disfrutando de la sensación, como sus manos pasan por todo mi cuerpo, su sexo me llena al completo y el dolor de mi cadera no es nada junto al placer que esté hombre me da.
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-Joder, eres la mejor. -gime.
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Mis movimientos van a más, sus labios se mezclan con los mios y azota mi trasero justo cuando llena al orgasmo provocando que yo, por segunda vez, llegue también.