Malala Lorenzo.
Viernes 3 de Abril, 17.00
°
La calle está desierta en plena noche y yo, caminando sin rumbo totalmente sola, busco a alguien que me pueda servir de ayuda.
Veo a Jesús a lo lejos sin camiseta con su abdomen lleno de las marcas que tiene. Una señora mayor se aparece cuando comienzo a correr buscando sus brazos y esa mujer sonrie al ver como me aferro al cuerpo de Jesús.
~
-Cuidamelo. -suplica.
-Eso intento. -murmuro.
-Es un buen hombre. -asegura.
~
Miro el rostro de mi chico viendo unas grandes colmillos asomarse levemente por sus labios haciendo que me aleje levemente.
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-Jesús se hundirá sin ti. -dice la señora.
-¿Qué tiene en los labios? -pregunto temblando.
-Él es tan humano como tú, tiene sentimientos, costumbres y manías. -dice esa mujer.
-No es humano. -aseguro llorando.
-Dejame morderte. -tira de mi brazo suavemente.
-Sueltame Jesús. -suplico haciendo fuerza.
-No dolerá. -murmura.
~
Grito un "Jesús" realmente fuerte volviendo a la realidad, él se pone en pie de inmediato y se acerca al sofá preocupado.
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-¿Qué pasa? -pregunta.
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Miro a mi alrededor, muevo la cabeza sentandome en el sofá tiritando levemente pues mi cuerpo se ha cortado tras ese extraño sueño y yo estoy desnuda.
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-Toma bebé. -quita su camiseta.
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Me la pongo, se sienta en el sofá rodeandome con sus brazos y puedo relajarme al sentir el latir de su corazón.
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-¿Qué pasó? -pregunta.
-Un sueño... O pesadilla... No, nose realmente que era. -aseguro.
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Se tensa de inmediato.
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-¿Qué pasaba? -dice serio.
-Te veía con las heridas que tienes aquí. -toco su abdomen.
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Asiente.
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-Te abrazaba porque estaba sola en una calle y... Nose, aparece una mujer diciéndome que si mi te hundes, que no te abandone y que eres tan humano como yo. -digo observándolo.
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Frota sus ojos con las manos y niega dulce.
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-Es un sueño tonto bebé. -dice dulce.
-Tenías colmillos y me querías morder. -finalizo.
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Su rostro se palidece, agita la cabeza y toca mis labios con sus dedos.
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-Es un sueño tonto. -asegura.
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Encojo mis hombros y busco sus labios encontrando el beso que deseaba: lento pero húmedo.
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-¿Qué hacías? -pregunto.
-Trabajar, te quedaste muerta en el sofá viendo la película y me puse a trabajar... el lunes tengo juicio. -dice lleno de pereza.
-Tengo que llamar a mi madre. -anuncio agarrando mi telefono.
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Vuelve a su silla para teclear en el ordenador y me siento sobre su regazo.
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-Hija. -dice dulce.
-¿Todo bien? -pregunto.
-Sí ¿duermes hoy en casa? -pregunta.
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Miro a Jesús confundida y froto mi ojo derecho.
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-Nose mamá. -digo.
-Avisame cuando lo sepas. -comenta.
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Me cuelga tras asegurar que me quiere y Jesús me mira.
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-No me has enseñado tu habitación. -susurro.
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Encoje sus hombros sin apartar la mirada del portátil y me coloco a horcajadas sobre él.
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-Deja eso un rato. -ordeno seria.
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Rie de lado y beso su cuello con suavidad.
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-Jamás ha dormido otra persona que no sea yo en esa cama. -confiesa
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Lo miro realmente apenada y asiento.
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-Sabía que eras salitario pero Jesús ¿cuantos años llevas solo? -pregunto.

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La rosa negra
VampireLa mujer más sencilla que puedas encontrar, universitaria de dieciocho años en Madrid a la cual su padre abandonó hace tres años provocando que su madre caiga en una profunda depresión choca con él, un abogado de veinticinco años el cual lo último q...