Jesus Oviedo.
Lunes 10 de Mayo, 10.00
°
Agarro su cabello mientras vomita, ella suspira y limpio sus labios.
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-Jamás he estado así. -murmura.
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Mi pecho se encoje pensando que yo soy el culpable de esto pero no puedo dejarla sola, no podía pemitir que siguiera trabajando cuando estaba pálida.
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-Ven a la cama. -la agarro.
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Ella se tumba sobre mi colchon haciéndose una bolita, cierra los ojos y suspira.
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-Te voy a hacer una infusión. -murmuro.
-¡No! Lo último que quiero ahora es algo para beber. -dice sin voz.
-Debes de tener algo en el estomago. -digo serio.
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Malala niega suplicandome que me quede junto a ella, sonrio acariciando su mejilla y asiento.
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-Voy a coger agua y vuelvo. -susurro.
-Vuelve de verdad. -suplica.
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Muerdo mi labio pero una tierna sonrisa se escapa de mis labios.
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-No voy a abandonarte, esta vez no. -digo serio.
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Bajo a llenarle un vaso de agua aprovechando para llamar a Alfonso.
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-¿Qué ocurre? -pregunta.
-Está vomitando, bastante débil y con mareos. -le anuncio.
-¿Estás con ella? -pregunta.
-Ella está en mi habitación descansando y yo en la cocina. -explico.
-Vamos a comprobar si eres tú el causante de ese mal estar. -dice serio.
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Frunzo el ceño agarrando el vaso.
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-En diez minuto voy a llevarte suero y una medicación, con eso lleva debe sentirse mejor a las pocas horas... Si no es así, sácala de tu casa. -dice serio.
-Me parece perfecto. -digo serio.
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Cuelgo subiendole el agua y ayudo a que se reincorpore un poco.
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-Voy a subirte en un ratito suero y una medicación para que te sientas mejor. -digo dulce.
-En un rato me iré a casa. -asegura.
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Miro sus ojos.
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-¿Por qué? -pregunto.
-Tu mismo dijiste que no podíamos estar juntos, yo... No quiero molestarte. -dice seria.
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Agito la cabeza obligándole a beber agua y me observa.
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-Quiero que estés bien. -aseguro.
-¿Por qué? -sonrie tonta.
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Sonrio mordiendo mi labio pues se que respuesta que quiere oír.
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-Es usted muy lista señorita Lorenzo. -digo riendo.
-¿Si? -pregunta.
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Besos sus labios suavemente y vuelve a tumbarse.
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-Voy a por el suero. -digo cuando leo el mensaje de Alfonso.

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La rosa negra
VampiroLa mujer más sencilla que puedas encontrar, universitaria de dieciocho años en Madrid a la cual su padre abandonó hace tres años provocando que su madre caiga en una profunda depresión choca con él, un abogado de veinticinco años el cual lo último q...