Jesus Oviedo.
Sábado 19 de Abril, 13.15
°
Le coloco una rosa negra junto al resto y rompo a llorar realmente destrozado por todo lo que está sucediendo.
~
-Cuidamela, que nada le pase a mi mujer, te lo suplico tata, ella es lo mejor que has podido poner en mi camino... ¿Sabes? Aún recuerdo cuando la vi esa primera noche junto su amiga... Simplemente me atrayó y por mi mente no se paso eso de enamorarme... Mirame, como cambian las cosas tata, estoy muerto porque ella no está bien por mi culpa. -lloro.
~
Tocan mi hombro y me sorprendo al ver un señor que jamás había visto antes: tiene colmillos como los míos.
~
-¿Quién eres? -pregunto.
~
El hombre se quita el sombrero y me observa.
~
-¿Qué pasó en el accidente? -pregunta serio.
-¿Quién eres? -insisto.
~
Mira a su alrededor y coje aire.
~
-El padre de Malala. -dice serio.
~
Me quedo paralizado, saco mis colmillos y asiente.
~
-No encontré el momento de verte cara a cara pero mi hija está mal, necesito saber de ella. -dice serio.
-La abandonaste. -acuso.
~
Él hombre rie irónico negando.
~
-No sabes nada sobre por qué las deje solas. -responde realmente molesto.
-Pues expliquelos. -insisto.
-En otro momento. -asegura.
~
Miro los ojos de ese hombre, le brillan, le brillan los ojos al hablar de su hija.
~
-Ella está débil, bien, pero muy débil, supongo que le quedarán muchas semanas de reposo. -explico.
-¿Cómo sucedió? -pregunta.
~
Encojo mis hombros.
~
-Giré una esquina y alguien choco conmigo, no se quien pues tuve que hacerme el herido. -confieso.
-Te comprendo. -murmura.
~
Me quedo mirando la tumba de mi tata mientras él coje aire a la vez que ambos escondemos nuestros colmillos.
~
-¿Mi mujer está bien? -pregunta sin voz.
-Te extraña, te echa muchísimo de menos y está todo el día buscándote... Está bien pero realmente el psicólogo le ayuda en algo. -confieso.
-Muero por verla. -confiesa.
~
Lo miro y de seguido miro mi reloj.
~
-Te buscaré otro día y haré que me entiendas. -asegura.
-¿Malala es...? -me paralizo.
-No, ella es humana, porfavor, ten cuidado cuando le digas la verdad. -suplica.

ESTÁS LEYENDO
La rosa negra
VampireLa mujer más sencilla que puedas encontrar, universitaria de dieciocho años en Madrid a la cual su padre abandonó hace tres años provocando que su madre caiga en una profunda depresión choca con él, un abogado de veinticinco años el cual lo último q...