Malala Lorenzo.
Martes 15 de Abril, 00.00
°
El subir y bajar de su pecho me llena de calma a la vez que sus dedos acariciando mi espalda hace que este sea el momento perfecto.
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-Parece que duermes. -murmura.
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Me resulta tan tierno que piense que estoy dormida, que alce mi cabeza para besar mis labios y colocarme mejor sobre su pecho, realmente amo a este hombre.
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-Dame tiempo, sé que sientes cosas por mí y estás asustada bebé, yo también lo estoy, contigo he descubierto muchas cosas en muy poco tiempo y... Joder, no quiero que te vayas, todos se van y si tú te vas ahora estoy perdido. -murmura aún pensando que duermo.
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Besa con suavidad mis labios, suspira levemente y me escondo levemente en su pecho.
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-No eres sexo, eres mucho más que eso pero jamás he sentido tanto miedo desde que perdí a mi tata... A ella le hubieras encantado... Sois muy parecidas. -susurra realmente triste.
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Me remuevo haciendo que no he escuchado nada y él me sonrie dulce.
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-Sigue durmiendo cariño. -murmura.
-Tengo frío. -confieso.
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Me pega mucho más a su pecho subiendo más las sábanas y sonrio.
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-Te quiero. -murmuro.
-Yo también. -asegura.
-La gente aún piensa que somos novios. -susurro divertida.
-Aún no me ha dado tiempo a invitarte a cenar para pedirtelo y ya hablan. -dice bromeando.
-No hace falta que me lleves a cenar. -aseguro.
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Baja la cabeza levemente, sonrio sobre sus labios y mueve la cabeza.
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-¿Puedes faltar mañana a la universidad? -pregunta.
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Frunzo el ceño y asiento levemente.
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-¿Por? -pregunto.
-Quiero llevarte a un sitio por la mañana, es algo que quiero compartir contigo. -confiesa.
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Asiento rotundamente, me pega más a él y muerde mi labio.
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-Continúa descansando. -susurra.
-Ahora no tengo sueño. -protesto.
-¿Entonces eres mi novia? -lanza la pregunta.
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Me impresiono y encojo los hombros.
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-¿Quieres que lo sea? -pregunto.
-Sí. -susurra.
-Entonces sí, soy tu novia pero tú eres mi novio. -advierto.
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Sonrie sobre mis labios y mueve su cabeza riendo.
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-¿Tuyo? -murmura.
-Mío. -susurro.
-Sólo tuyo. -me presiona contra él.
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La rosa negra
VampirosLa mujer más sencilla que puedas encontrar, universitaria de dieciocho años en Madrid a la cual su padre abandonó hace tres años provocando que su madre caiga en una profunda depresión choca con él, un abogado de veinticinco años el cual lo último q...