Capítulo 113

5.5K 218 10
                                    

Malala Lorenzo.
Sábado 2 de Abril. 04.00
°
Busco a Jesús con mi mano pues no lo siento a mi lado haciendo que abra los ojos buscándole.
~
-¿Dónde está este hombre? -me susurro.
~
Me pongo en pie encendiendo la lamparita de mi mesita, bajo en su busca viéndolo sobre un sillón con Rosa en brazos sonriendo levemente.
~
-Cariño. -susurro.
-Sigue descansando bebé. -dice él.
-Ven conmigo, no has dormido nada. -me acerco a él.
-La bebé se puso a llorar. -escusa.
-Pero tu en ese momento estabas despierto Jesús. -digo seria.
~
Asiente poniéndose en pie, deja a la niña en la cuna que tenemos en el salón y me acerco a él preocupada.
~
-Él señor que mato a mi tata fue mi propio padre. -dice dolido.
-Tú no conociste a ese señor. -susurro dulce.
-Me follé a mi propia hermana, y ella sabía que era mi hermana. -dice sin voz.
~
Lo pego a mi haciendo que hunda su cabeza en mi cuello, muerdo mi labio llena de impotencia y siento sus lágrimas caer en mi cuello.
~
-¿No crees que debemos ir lejos? -pregunto.
-Tengo que encontrar a ese hombre, necesito un por qué. -comenta sollozando.
-Escuchaste a mi padre Jesús, ese hombre odiaba a Elisabeth porque era un egoísta, estaba seguro que ella tenía la culpa de que tú no supieras de ellos cuando realmente ellos te abandonaron. -explico acariciando su húmeda mejilla.
-Quiero conocerlos, joder, mis padres causaron todo el daño en mi. -llora.
-Mira tus cicatrices Jesus, mirate, no, no vayas a buscarlos, no merecen verte y saber de ti. -digo seria.
~
Levanto levemente su camiseta mostrándole las cicatrices y asiente.
~
-Ahora tu tienes una bebé, una hija a la que no le a harás lo que te hicieron a ti, dale a Rosa todo lo que te faltó cariño, nos tienes a las dos. -susurro.
~
Pega su frente a la mía y me besa con suavidad.
~
-Te amo. -murmura.
~
Sonrio agarrandome a su nuca y me besa totalmente lento, muerde mi labio y me pega aún más hasta que la niña comienza a llorar.
~
-Te toca a ti mamá. -bromea.
~
Rio agitando la cabeza, me acerco y la cojo entre mis brazos.
~
-Es un regalo, jamás me había sentido tan lleno. -susurra.
-Tengo veintidós años y tengo a mi familia formada ya... Realmente es una locura. -sonrio.

La rosa negra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora