Malala Lorenzo.
Lunes 8 de Julio, 15.50
°
Alzo la cabeza del vater, suspiro llevando mi mano a la tripita y veo la puerta abrirse.
~
-¿Por qué no me has llamado? -se agacha agarrandome.
~
Me intento reincorporar con su ayuda, cierro los ojos apoyada en su pecho quedando de esta manera hasta bajar al salón.
~
-Quedate ahí. -dice preocupado.
-¿Dónde vas? -pregunto sin voz.
-A hacerte una infusión. -dice dulce.
~
Niego agarrandole el brazo y se agacha a mi altura pues estoy sentada en el sofá.
~
-Os vendrá bien. -toca mi barriga.
-Estaba vomitando agua, joder, si apenas como. -protesto.
-Llamaré al doctor para que nos de cita lo antes posible. -dice serio.
~
Se vuelve a reincorporar y tiro de él.
~
-Quedate aquí conmigo porfavor. -suplico.
~
Sonrie tierno sentándose a mi lado y me apoyo en su pecho cerrando los ojos.
~
-¿Y si es vampiro? -pregunto.
-Esa respuesta la tiene Alfonso. -dice tenso.
~
Alzo la cabeza mirándole, lleno mi pecho de aire y encoje sus hombros.
~
-No quiero nada de ese hombre. -digo seria.
-Es el único que lo sabe bebé, ojalá pudiera pedírselo a otra persona, sé que ese hombre ha causado muchos daños en tu vida pero no tengo otro remedio. -dice dulce.
~
Suspiro frotando mis ojos y puedo sentir como toda la presión caen sobre mi espalda.
~
-Habla con él para informarte, pero yo no quiero verlo y mi madre no debe saber nada. -advierto.
~
Asiente observandome, cierro los ojos buscando sus labios y me besa con suavidad.
~
-Descansa, hoy a sido un día largo con muchas emociones. -asegura.
-Y aún son las tres de la tarde. -protesto.
~
Se tumba en el sofá haciendo que yo duerma sobre su pecho.
Siento la yema de sus dedos deslizándose por mi espalda, su respiración sobre mi cabeza haciendo que me tranquilice más y, para colmo, está cantando una nana, joder ¿desde cuando canta Jesús de esta manera?
Mi cuerpo casi cae al suelo cuando escucho el teléfono de Jesús sonar notando como mi hombre suspira.
~
-No deberías haber venido. -dice frío. -Ella no quiere verte Alfonso, entérate, te lo he dicho muchas veces... Tenemos que hablar. -continúa en el mismo tono. -Entre Malala y yo todo está perfecto, no te preocupes. -comenta más calmado.
~
Cuelga, suspira maldiciendo y me hundo en su cuello.
~
-Callate ya, pesado. -lo beso.

ESTÁS LEYENDO
La rosa negra
VampiroLa mujer más sencilla que puedas encontrar, universitaria de dieciocho años en Madrid a la cual su padre abandonó hace tres años provocando que su madre caiga en una profunda depresión choca con él, un abogado de veinticinco años el cual lo último q...