Capítulo 82

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Jesus Oviedo.
Lunes 10 de Mayo, 14.30
°
Sirvo la cálida en su plato pero ella agita la cabeza negando pues no suelta de su mano el predictor que anuncia su emberazo.
~
-No puede ser. -murmura.
-Son cosas que pueden pasar Malala. -digo serio.
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Me mira.
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-¿Tu quieres? -pregunta.
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Muerto mi filete y asiento.
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-Tenemos que hablar, te tengo que contar la verdad. -digo serio.
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Ella come sin apenas ganas en lo que le voy contando todo: desde que mis marcas son porque esas monjas pensaban que yo era un demonio cuando soy un vampiro pasando por mi tata Elisabeth remarcando como era mi vida antes de estar junto a ella y el verdadero por qué de aquel día.
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-Te fuiste porque... Empeore porque estabas tú. -murmura.
-La naturaleza no quiere que una raza como somos los vampiros estemos con los humanos, nos quiere separados y por eso vuestro organismo nos rechaza en cuanto hay sentimientos. -explico.
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Se pone en pie masajeando su sien y me mira.
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-¿Tienes...? -pregunta.
~
Muestro mis colmillos, ella se agacha deslizándose por la pared realmente impactada y se reincorpora cuando me pongo en pie.
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-Voy a casa, necesito pensar y descansar en condiciones... Mi madre debe saber que estoy embarazada. -dice desorientada.
-No me digas que soy vampiro, porfavor, solo tú debes saberlo. -suplico agarrando su cintura.
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Ella asiente apartado la mirada y acaricio sus labios con mis colmillos.
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-Dejame pensar, porfavor. -suplica tras besarme. ~
Asiento pegando nuestras frentes y tras negarse a que la lleve me deja solo en esta inmensa casa pero me siento algo feliz... Creo que todo podrá ir muy bien o muy mal.

La rosa negra Donde viven las historias. Descúbrelo ahora