La rosa negra

Capítulo 53

Jesus Oviedo.
Sábado 19 de Abril, 11.00
°
El doctor al fin se digna a entrar en mi habitación con mi papel de alta, suspiro firmado y me acerco con la misma bata de hospital a la habitación de Malala ya que los cabrones no me han dejado acercarme a verla tras pillarme hace dos días volviendo a mi habitación.
Sonrio al verla con los ojos abiertos y su rostro se ilumina cuando me ve entrar.
~
-Jesus. -murmura.
-¿Cómo estás? -pregunto dulce tomando su mano.
-Bien. -asegura débil.
~
Dejo un suave beso en sus labios y su madre nos mira tierba.
~
-Quiero irme a casa. -susurra.
-Me han dado el alta. -anuncio.
-Ve a casa y cámbiate, date una ducha cariño. -dice sin voz.
~
Muevo la cabeza y sonrie.
~
-Puedo ir yo a traerte ropa, quedate con ella y te duchas aquí. -propone su madre.
~
Malala niega y la miro.
~
-Deja que vaya él y se relaje un rato. -suplica.
-No quiero separarme más de tu lado. -digo serio.
-Será una hora cariño, yo estoy bien. -asegura.
~
Intenta elevar su mano para acariciar mi mejilla pero no puede pues está demasiado débil.
~
-Descansa. -digo con los ojos cristalinos.
-No me abandones. -suplica.
~
Sonrio tierno y niego.
~
-No me abandones tú a mi, estás así por mi culpa. -mi voz se corta.
-No es tu culpa. -murmura.
~
Asiento, ella llora muy débil y yo sostengo sus manos entre las mías.
~
-Vas a recuperarte muy pronto. -aseguro.
-En cuanto me recupere me mudo contigo. -anuncia.
~
Una hermosa sonrisa se dibuja en mi rostro y su madre toca mi espalda amable acercándose a nosotros.
~
-Vuestro amor es hermoso, desde lejos se puede notar cuanto amor habéis sembrado en estos meses. -dice dulce.
~
La miramos y sonrio dulce secandome los ojos de las lágrimas.
~
-¿Te importa si vivo con él? -pregunta Malala casi sin voz.
-No entiendo como ya no vivías con él. -sonrie.