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Eunha contempló la nieve a través de la ventana de la cocina. La joven sostenía una taza de leche caliente entre las manos mientras observaba el temporal tan inusual que azotaba para aquella época del año. No recordaba una nevada tan fuerte a principios de noviembre, de hecho, ese clima era más propio del mes de enero.

La muchacha tomó un pequeño sorbo reflexionando sobre la operación de emergencia que habían realizado en plena madrugada

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La muchacha tomó un pequeño sorbo reflexionando sobre la operación de emergencia que habían realizado en plena madrugada. Un adolescente había sufrido un espantoso accidente con una sierra eléctrica tras enfadarse con su padre e intentar cortar el árbol del patio de su casa.

—¿Y esa sonrisa?— preguntó Sungjae apoyado sobre el marco de la puerta —¿Qué te hace tan feliz?

—Hoseok oppa. Es un médico extraordinario— Eunha dejó la taza sobre la mesa —Hoy le ha salvado la vida a un chico de dieciséis años.

—Las horas que pasa practicando con esos programas de simulación para ensayos quirúrgicos están dando sus frutos.

—Sí, aunque al principio no me gustaba que fuera a trabajar todos los días, pero debo admitir que lleva la medicina en la sangre.

—Igual que tú— Sungjae se acercó y le alzó el rostro suavemente —¿Quieres que te prepare el desayuno, amor?

—No tengo hambre— Eunha tomó su mano y la besó con mucha delicadeza —¿Tienes que irte ya?

—No, todavía tengo tiempo.

Eunha parpadeó varias veces mostrando una mirada dulce e inocente. Sungjae se rió por su ternura. Era habitual en ella buscar mimos después de una cirugía. El joven la alzó en brazos y la llevó hasta el dormitorio. 

La pareja llevaba dos años juntos y un año felizmente casados

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La pareja llevaba dos años juntos y un año felizmente casados. Se habían ido a vivir a casa de Sungjae a los seis meses de relación, lo que alegró especialmente a Hoseok, Jimin y Taehyung. Aunque Eunha se había convertido en la niña mimada de la casa y nadie deseaba separarse de ella, todos comprendían que debía hacer su vida junto al hombre que amaba.

Con el tiempo se fueron acostumbrando a su ausencia, aunque en realidad no cambió mucho porque Eunha los seguía visitando a diario y Hoseok y ella siempre coincidían en el hospital.

Retrouvailles | ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora