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Tras la cena decidieron irse a descansar. Hoseok y Eunha pensaron en compartir uno de los dormitorios pero los Park llegaron a la conclusión, de que en aquellas circunstancias y pesando tanto la ausencia de Namjoon, el grupo debía arropar especialmente a ellos dos.

Por eso Eunha compartió cama con Taehyung y Jungkook mientras Hoseok se acostó entre Yoongi y Jimin. Mellie se acurrucó al lado de la chica tras inspeccionar la casa detenidamente.

El silencio durante la noche fue atronador. La sensación de que en cualquier momento podría aparecer un infectado por la puerta o se oiría el chocar de los pájaros contra las ventanas, mantuvo a Yoongi y a Jimin en gran tensión.

Eunha logró conciliar el sueño gracias al cariño de sus amigos, que la arroparon como a su propia hermana. La muchacha incluso sonrió tras escuchar algunos chistes. Jungkook sintió nostalgia al oír el del pollito de boca de Taehyung.

Para Hoseok la noche transcurrió diferente. El pelirrojo no conseguía detener sus pensamientos más oscuros. Su mente le torturaba reviviendo una y otra vez la transformación de Namjoon. Su rostro grisáceo y podrido, sus ojos sin vida, su mirada repleta de hambre. El chico intentó reprimir las lágrimas con todas sus fuerzas, pero por mucho que se esforzaba y lo hacía, el dolor siempre terminaba superándole.

Namjoon no se apartó del televisor en ningún momento. Ni siquiera cuando Seokjin le dio motivos para ir a descansar despegó la mirada del monitor. El menor no quería separarse de su novio y Seokjin lo entendía. Por eso no insistió tras su negativa, porque la obsesión de Namjoon por estar con Hoseok a cada segundo, también había sido su obsesión con los Min. Y aunque el tipo de amor que ambos sentían era distinto, dejar a un ser querido atrás y ser testigo de su agonía, ese dolor lo comprendía mejor que nadie.

Por la mañana, Yoongi fue el último en despertar. El chico se quedó tumbado durante un rato, maravillado por los cánticos de los pájaros que venían desde el exterior.

—Buenos días, dormilón— Jimin entró en el dormitorio y se aproximó a la cama —¿Has podido descansar?

—Más o menos— alzó las manos, pidiendo que se acercara un poco más —¿Y tú?

—Más o menos— Jimin apartó la mosquitera y se sentó sobre el colchón —¿Tienes hambre?— se inclinó para darle un beso —Beomgyu ha traído el desayuno y Yeonjun las armas que dejamos ayer en el ayuntamiento.

—Esos críos me caen muy bien— Yoongi deslizó la mano por su cuello, contemplando su rostro impoluto —¿Dónde está Hoseok?

—Abajo, con Eunha— le quitó una pestaña de la mejilla —Ambos se están esforzando mucho— hizo una breve pausa —Si te soy sincero, no sé cómo Hoseok hyung puede estar tan entero. Me sorprende su fortaleza. Yo no sería capaz...

—No he tenido tiempo de decírtelo— se apoyó sobre el cojín —Namjoon está con Jin en El Umbral y Hoseok lo sabe.

—¿Qué? ¿Mi primo está allí?— Jimin se levantó de sopetón —¿Cómo? Pero... ¿Cómo es que están juntos?

—No tengo los detalles— Yoongi lo agarró del brazo y su novio volvió a tomar asiento a su lado —Solo sé que Hoseok soñó con Namjoon, ya sabes, como el sueño que yo tuve con Jin y tú con tu amiga Yongsun— le besó la mano para calmar su agitación —Esa es la razón por la que Hoseok sigue en pie, porque sabe que Namjoon está con él.

Jimin necesitó unos segundos para encajar la noticia.

—Debemos decírselo a Eunha.

—No sé si es buena idea— Yoongi le dejó tumbarse a su lado —Si le decimos que existe un lugar como El Umbral y que nuestros seres queridos se han comunicado con nosotros, ¿no crees que se sentirá herida? Su novio no ha dado señales...

Retrouvailles | ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora