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Namjoon penetró con el microbús en una calle peatonal. Lo que le llamó inmediatamente la atención fue la cantidad de infectados en uniforme militar que se encontró por el camino. También los destrozos que, aunque eran frecuentes por todo Busan, destacaban especialmente en esa parte de la ciudad.

Varios edificios se habían derrumbado, dejando tal cantidad de escombros, que hacía imposible proseguir. Jimin le indicó el desvío que debía tomar para llegar a su destino, dado que la clínica se encontraba justo detrás del percance.

Los infectados se abalanzaron contra el microbús, creando cierta tensión entre los integrantes. Taehyung tuvo que cerrar los ojos del mareo que sintió. El dolor de cabeza que tenía era tan intenso como el de una fuerte migraña.

Jungkook le acarició con afecto mientras su mirada se desviaba hacia los seres del exterior. Eunha había tomado asiento con Mellie a los pies de Taehyung. La perrita no se movía de su lado y tampoco se dejaba intimidar por el ruido externo.

Jackson se acercó a Hoseok al ver el respingo que dio cuando una infectada se golpeó la cabeza contra su ventanilla.

—No dejaremos que entren— se acomodó a su izquierda —Respira hondo y no te alteres. Tienes trabajo que hacer.

Hoseok sabía que se refería a Taehyung. El pelirrojo aceptó su consejo y tomó aire.

—Así me gusta— Jackson bajó la mirada hacia sus manos temblorosas. El anillo en su dedo anular le saltó a la vista —¿De dónde lo has sacado?

Hoseok se sobresaltó por la pregunta pero trató de disimular lo mejor que pudo.

—Estaba en el apartamento... Donde nos refugiamos— lo tapó con la mano —Esos bichos me están poniendo de los nervios...

—Entiendo— murmuró, desviando la vista hacia Namjoon —Creo que ya no falta mucho.

La clínica veterinaria se encontraba en la planta baja de un edificio de seis pisos. La persiana de seguridad se mantenía bajada, por lo que no había forma de saber si había gente en el interior. 

Namjoon paró el vehículo justo en la entrada. Algunos infectados se habían quedado por el camino, otros seguían pegados al microbús, esperando ansiosos a que saliesen al exterior. Yoongi, Namjoon, Jimin y Jackson no les hicieron esperar demasiado. Los cuatro fueron los encargados de enfrentarse a ellos.

Mientras se ocupaban de crear un camino seguro, Jungkook alzó a Taehyung en brazos y se volvió a sentar en el asiento.

—Van a limpiar el terreno, solo tienes que aguantar un poco más— le animó con cariño —Te prometo que pronto te encontrarás mejor.

—S-Sí— respondió en un susurro.

Hoseok le tomó la temperatura; su expresión seria preocupó al maknae.

—Tiene fiebre— contestó al notar su insistente mirada —Espero que se den prisa...

Eunha se levantó y dejó a Mellie sobre el asiento. La muchacha tomó uno de los machetes de la mochila.

—¿A dónde vas?— le preguntó Hoseok.

—Taehyung oppa está a salvo con vosotros. Aquí no puedo hacer nada por él, pero ahí afuera puedo ayudar— afirmó tajante —No voy a permitir que muera nadie más. Llegaremos juntos a la isla.

Hoseok y Jungkook asintieron con el corazón en un puño. La muchacha les dedicó una última mirada y salió al exterior, donde vio una docena de cuerpos sobre el terreno.

Yoongi estaba a pocos metros de ella, decapitando a un militar con la katana. Namjoon seguía otorgándole varios golpes a un infectado obeso cuyos sesos se habían esparcido por el suelo. A Jackson lo encontró delante de la clínica, intentando forzar la persiana metálica mientras Jimin lo protegía de los seres que llegaban.

Retrouvailles | ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora