Retrouvailles | ⁴

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Yeonjun se lanzó a los brazos de Soobin y Beomgyu, rompiendo en llanto ante la apática mirada de Jimin y Taehyung.

Soobin comenzó a reprocharle su comportamiento y Yeonjun aguantó el chaparrón sin decir ni una sola palabra. El mayor era consciente del error que había cometido, por eso se limitó a aceptar la culpa sin contrariar a su hermano. 

Beomgyu en cambio no fue capaz de recriminarle nada. Tenerle de vuelta era un milagro por el que estaría eternamente agradecido.

Taehyung no pudo presenciar el reencuentro por más tiempo y salió corriendo delante de Jimin, que lejos de ir detrás de él, se halló sin voluntad para detener a su amigo.

Yeonjun no se percató de la ausencia de Taehyung pero sí vio a Jimin apoyado contra un árbol. El muchacho deseó pedirle disculpas por lo que había hecho, pero no encontró el valor necesario para hacerlo. La expresión del rubio era tan triste que temía no encontrar las palabras adecuadas y empeorar aún más la situación.

Una mujer se acercó al rubio para transmitirle que el concejo le estaba esperando. Jimin no sintió temor por lo que podrían decirle; en realidad no sintió nada. El vacío en su corazón oprimía todas sus emociones.

Las miradas se posaron sobre él en cuanto entró en la sala de reuniones. El Señor Gam le pidió que tomara asiento en su lugar habitual y el rubio obedeció sin poner objeciones.

—Minho nos ha contado lo que ha ocurrido— Kyungjae inició la conversación con el mayor tacto posible —¿Cómo te encuentras, hijo?

—Necesito ir a la península— respondió tratando de aparentar calma —Necesito encontrarles. Sé que...

—Minho ha dicho que están muertos— le cortó Myungsoo —Ir a la península sería una pérdida de tiempo, esfuerzo y recursos.

—Necesito encontrarles, Señor Gam— Jimin apretó los puños bajo la mesa —Por favor. Iré solo si es necesario, pero necesito ir a la península.

—No sabes navegar— insistió Jang —¿Acaso quieres morir?

—¿Y a ti qué más te da?— el rubio ya no pudo ignorarle por más tiempo —Desde que he llegado no has hecho otra cosa que despreciarme. Eres un falso, no actúes como si mi vida te importase.

—Tus acusaciones son infundadas— el hombre miró a Kyungjae indignado —Este chico no está bien. Necesita ayuda profesional.

—Ha perdido a dos seres queridos— intervino Wooshik —Ten un poco de respeto.

Myungsoo le dedicó una mirada gélida pero el joven no se inmutó por su expresión. A Jimin le extrañó ese pequeño enfrentamiento entre ellos pero no le dio mayor importancia; lo único que quería era volver a la península.

—Yeonjun no ha visto sus cuerpos, no sabe si están muertos. Estoy convencido de que han sobrevivido. Yoongi y Jungkook saben afrontar las situaciones más complejas, Señor Gam. Por favor, solo necesito un barco, no le estoy pidiendo más.

—Pero no sabes navegar— apuntó Dahye —Necesitas que alguien te acompañe.

—Ningún navegante debería arriesgar su vida por una mentira. Seamos razonables, por favor. Hay un testigo ocular que asegura que ambos están muertos. ¿De verdad vamos a poner a nuestra gente en peligro? ¿De verdad vamos a ceder ante su negación?

Jimin notó que las palabras de Myungsoo habían calado en los demás.

—Esta no es una decisión que deba tomar uno solo— carraspeó Kyungjae abrumado —¿Qué opináis los demás?