No había sonido a su alrededor, excepto por el mar que tenía enfrente. Y aun así, era un sonido distinto al que estaba habituado. El mar en Inyeon siempre estaba en movimiento, a veces agitado, otras sereno, su sonido se podía percibir a todas las escalas, especialmente cuando embestía contra las rocas o se desplomaba contra la arena.
Pero el de ese lugar era diferente. Parecía similar, pero no lo era. Transmitía una sensación de calma, incluso de bienestar, lo que era bastante atípico. Yoongi comprendió la diferencia cuando se fijó en las tonalidades verdes y azules. La arena fina, el sol cálido, el aire limpio y fresco, todo a su alrededor le hacía sentir como si estuviera en casa, pero nada se igualaba a la sensación que desprendía el mar.
Yoongi tomó una bocanada de aire y dejó escapar un intenso suspiro. A lo largo de su vida había sentido paz, tranquilidad y armonía, pero nunca en esa medida. Ni durante un solo día se había sentido tan a gusto en su propia piel como en ese momento. Era difícil de describir, quizá hasta no existían palabras para hacerlo, porque, parecía algo sobrenatural.
El muelle de madera y el desierto no llamaron su atención. El sonido del mar y sus bellas tonalidades, sin embargo, acapararon toda su atención.
Yoongi se sintió como si se conciliara con su propia alma, como si hubiera dejado atrás todo el peso que había cargado durante años. Y cuando Seokjin lo encontró, sentado a orillas del mar, contemplando el paisaje con una expresión tan apacible, se sorprendió bastante por la paz que transmitía.
—¿Sabes? Mi vecino es músico.
Yoongi sonrió al escuchar la voz de Seokjin.
—¿Y qué toca?
—Los huevos.
A Yoongi lo invadió una dulce nostalgia. Hacía años que no oía ese chiste, pero lo recordaba como si Seokjin lo hubiera contado ayer.
—Has muerto demasiado joven— se quejó de pie a su lado —Te dije que no quería verte hasta que estuvieras viejo y feo.
—Estoy feo.
—Pero no viejo.
—¿Y a mí qué me cuentas? Discútelo con el cáncer.
Ambos se miraron de mala manera, pero solo pasaron unos pocos segundos hasta que sus ceños fruncidos dieron paso a dos hermosas sonrisas. Yoongi se levantó abruptamente del suelo y lo abrazó con ímpetu, mientras Seokjin lo alzaba emocionado por su reencuentro.
—¡Maldito inútil! ¿No te podías morir en treinta años?
—¡Inútil tú, que fuiste el primero en palmar!
—¡Te salvé la vida, cerdo malagradecido!
Yoongi se rió a carcajadas y a Seokjin se le escapó una lágrima. Aunque había seguido su estado de salud cada día, y creía estar preparado para recibirlo en El Umbral, se sentía sobrepasado por sus propias emociones. Eran un cúmulo extraño, entre alegría, tristeza, pena y felicidad.
Seokjin quiso separarse de él para mirarlo a los ojos, pero Yoongi no se lo permitió. Necesitaba abrazarlo, necesitaba sentirlo. Llevaba décadas esperando ese momento y quería mantenerlo entre sus brazos.
—He tenido una vida plena y feliz gracias a ti, Jin.
—Ahora ya no me llamas hyung, ¿eh?— Seokjin le quiso dar un golpe, pero se quebró antes de hacerlo —Serás estúpido...
Yoongi tampoco pudo contener las lágrimas por más tiempo. El abrazo entre ellos se volvió más estrecho mientras se decían, entre susurros, lo mucho que se habían extrañado.
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Retrouvailles | ⁴
HorrorContinuación de EVANESCENTE. ▪️Género: Drama | Terror | Acción | Romance ▪️Inicio: 16/09/19 ▪️Final: 25/04/24 ▪️ Capítulos: 130 ▪️ + 2 especiales (Mangata & 130) ▪️Portada: ethereal-mxxn ▪️+18 | Lemon | Versátil ▪️Historia original | No permito...