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Hoseok le colocó un vendaje para enlentecer la acción del veneno. El chico deslizó un dedo por debajo y murmuró algo para sí mismo al comprobar que no estaba demasiado prieto.

—¿No deberíamos succionar el veneno?— preguntó Jackson angustiado.

—Eso no funciona— el pelirrojo agarró una botella de agua y se la dio a Jungkook —Taehyung tiene que mantenerse tranquilo e hidratado. Es importante que no se altere. ¿Lo entiendes?

El maknae asintió nervioso antes de correr hacia su lado. Mientras le ayudaba a tomar el líquido, su novio le regaló una mirada llena de afecto.

—No puedo hacer más por él— Hoseok se acercó a los demás —Necesita el suero antiofídico cuanto antes.

—¿Pero dónde podemos encontrarlo?— Eunha se llevó el dedo a la boca. 

—Bogum tendrá el antídoto pero no lo entregará por las buenas— comentó Namjoon —¿Hay algún hospital cerca de aquí?

—No podemos ir a un hospital, Jungkook les dijo que nos dirigíamos a uno— explicó Yoongi alterado —¿Hay otra alternativa?

Un breve silencio se adueñó del salón.

—Un compañero de la academia solía llevar a sus reptiles a un lugar especializado— apuntó Jimin pensativo —Una vez lo acompañé y el veterinario me comentó que la clínica disponía de antídotos porque trataban con animales muy peligrosos.

—¿Ese lugar queda lejos?— preguntó Namjoon.

—A pie sí, en coche no tanto— respondió su primo —¿Cuánto tiempo tiene TaeTae?

—Depende del tamaño y de la especie de la serpiente. También de la cantidad de veneno que haya absorbido y de cómo responda su cuerpo— aclaró Hoseok —Taehyung es joven y fuerte, eso juega a su favor.

—¿Deberíamos dividirnos en dos grupos?— le preguntó Jackson a Namjoon.

—No— respondió tras meditarlo —Es más seguro si vamos juntos.

Los jóvenes desviaron la mirada hacia Taehyung. El castaño se había tumbado en el sofá y mantenía los ojos cerrados. Jungkook estaba arrodillado a su lado, acariciándole la mejilla y susurrándole palabras de aliento al oído.

—Lo primero que tenemos que hacer es ir a por un vehículo— Jimin se colgó la escopeta al hombro y agarró su katana —Jungkook y yo nos encargaremos de eso.

—¿Qué? ¿Por qué?— el mayor le miró disgustado —No pienso quedarme esperando mientras mi hermano...

—Yoongi— le cortó inmediatamente —Yo soy un Serendipia y mi hermano es portador de la vacuna. Tenemos más posibilidades de sobrevivir que ninguno de vosotros— le apretó el brazo —Además, TaeTae necesita que estés con él.

—No sabemos si eres completamente inmune al virus. El Doctor Gong no dijo nada sobre si tu cuerpo podría resistirlo otra vez— el chico apenas podía mantener la compostura —Y Jungkook...

—Mi hermano estará bien— le dio un beso en la mejilla —Ten fe en nosotros.

Yoongi se quedó sin palabras. Jimin vio lo afectado que estaba y le abrazó estrechamente.

—No es que no tenga fe en vosotros, es solo que...— su voz se quebró ligeramente —Jimin, por favor... Tenéis que volver.

—Volveremos— el menor se obligó a mantenerse firme, a pesar del dolor que sentía en su corazón —Cuida de tu hermano.

Yoongi le besó conmovido pero también agradecido. El chico conocía el miedo que sufría su novio y sin embargo, no había dudado ni un solo segundo en llevarse a su hermano para salvar a Taehyung.

Retrouvailles | ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora