Taehyung se quedó observando a su hijo desde la ventana de la cocina. Taeju estaba sentado con su novio sobre el césped del jardín y Junggi lo estaba alimentando con la comida que había preparado para él. Cada vez que le metía un poco de verdura, arroz o pescado en la boca, Taeju irradiaba una felicidad muy contagiosa.
Habían pasado unos días desde el cumpleaños de su hijo y la joven pareja se veía más unida que nunca. Taehyung no era el único que se había percatado de que transmitían un brillo diferente. Aunque se podía deber a varios factores, él creía que se debía principalmente a la libertad de amarse sin ataduras. Al no tener que ocultar su relación y contar con el respaldo de sus familias, se habían desvinculado de una gran carga.
El rostro de Taeju brillaba cada vez que se dirigían a Junggi como su novio. A veces se le escapaba una risita muy tierna y otras veces se sonrojaba, lo que, en cierta forma, le traía recuerdos de sus inicios con Jungkook.
Taehyung seguía muy enamorado de su marido, pero su relación se encontraba en una etapa muy distinta a la de su hijo. Taeju estaba pasando por la experiencia de tener mariposas en el estómago, de sonrojarse tras un beso, de sentir nervios al intimar con la persona que amaba, de probar cosas que ni siquiera sabía que existían y de vivir el amor en su forma más pura.
Encima, Junggi era todo lo que había deseado para su hijo. Un muchacho de actitud sana que lo trataba con respeto y lo motivaba a ser mejor persona. Siempre estaba a su lado cuando lo necesitaba, no permitía que se hiciera de menos y trataba a Taeju con una bondad infinita.
Taehyung nunca había visto a una pareja tan joven con tanta afinidad, y aunque no sabía lo que pasaría en el futuro, deseaba de todo corazón que su amor de juventud durase toda la vida.
Mientras veía como Junggi le daba de comer, su marido llegó a casa un poco frustrado. Era domingo y se había pasado gran parte de la mañana solucionando un conflicto absurdo entre tres vecinos. Cansado del trabajo, entró en la cocina y lo primero que vio fue un ramo de flores blancas sobre la mesa.
—¿Y eso?
—Son gardenias. Junggi se las ha traído a Tabi como regalo de cumpleaños. Ya sabes, porque Jimbo Jones y su pandilla se cargaron las otras.
—¿Pero las gardenias no las cultiva el señor Cha? Ese cascarrabias no permite ni que le hables.
—Junggi le hizo una pomada para las hemorroides. Puede que su mal carácter estuviera relacionado con eso— Taehyung se encogió de hombros —Además, ya sabes que tu sobrino es un chico muy querido. Seguro que le pidió un ramo para Tabi y se lo dio en agradecimiento por aliviarle el ano.
Jungkook se asomó por la ventana y vio a los muchachos riéndose. Lo que más le llamó la atención, sin embargo, fue la fiambrera que su hijo sostenía entre las manos.
—¿Hoy no comemos juntos?
—Solo tú y yo. Junggi le ha hecho la comida a Tabi, y Suki está por ahí con Hoseokie. He preparado una versión post-apocalíptica del kimchi jjigae, aunque no le tengo mucha fe.
—Todo lo que haces está delicioso.
—Gracias, cachorrito.
—Por cierto, el padre de Duri se ha pasado por comisaría para ver si podía eximir a su hijo de los servicios comunitarios. Le he explicado amablemente que la reacción de Tabi nunca se hubiera producido si su hijo, y sus amigos, no hubieran agredido a Junggi. Además, le he aclarado que como autoridad, no podemos mirar hacia otro lado cuando ocurre una agresión. Si no hay consecuencias porque son jóvenes, entonces pensarán que pegar a alguien sale gratis y lo volverán a hacer. Manda cojones que le tenga que explicar algo tan básico a un padre.
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Retrouvailles | ⁴
HorrorContinuación de EVANESCENTE. ▪️Género: Drama | Terror | Acción | Romance ▪️Inicio: 16/09/19 ▪️Final: 25/04/24 ▪️ Capítulos: 130 ▪️ + 2 especiales (Mangata & 130) ▪️Portada: ethereal-mxxn ▪️+18 | Lemon | Versátil ▪️Historia original | No permito...