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Namjoon vio a un grupo de infectados al abrir la puerta que conectaba con el primer piso. El chico la cerró sutilmente, sin hacer ninguna clase de ruido. Una simple mirada bastó para que Hoseok comprendiese que por ahí no podían pasar.

En el segundo piso se encontraron con una escena similar, por lo que siguieron subiendo hasta llegar a la cuarta planta. Allí el pasillo estaba vacío pero las ventanas daban a otra calle. Hoseok revisó los felpudos de todas las viviendas sin dar con las llaves.

El mayor alzó el hacha y rompió la cerradura de una puerta al azar. Namjoon entró con el bate en alto, dando pequeños pasos y observando cada punto de la vivienda. Desde la entrada pasaron a la cocina, que a su vez servía de salón y dormitorio. Hoseok estaba pegado a su amigo, tenso pero atento a cualquier movimiento. En el cuarto de baño no encontraron a nadie y el apartamento no constaba de más habitaciones.

 En el cuarto de baño no encontraron a nadie y el apartamento no constaba de más habitaciones

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—Estamos solos— resopló el menor aliviado —¿Has cerrado la puerta?

El pelirrojo la había dejado abierta por si tenían que salir huyendo. Hoseok la cerró mientras Namjoon miraba por la ventana. Los cuerpos de Jihoon y Yerim no estaban a la vista, ni tampoco los de sus amigos. Las aves sin embargo seguían sobrevolando la zona. Otras se situaban encima de los árboles y edificios de enfrente.

Namjoon sacó el walkie talkie de la mochila pero dudó en utilizarlo.

—¿No vas a contactar con ellos?— preguntó Hoseok.

—¿Y si están escondiéndose y mi voz los pone en peligro?

—Puede que tengan el walkie apagado.

—No voy a arriesgarme— Namjoon dejó el comunicador encima de la mesa de madera.

Hoseok desvió la mirada por el apartamento. Era un sitio pequeño, que disponía de pocos muebles. En la nevera detectó una fotografía de una pareja de aproximadamente veinticinco años de edad. Los rasgos de la chica no eran asiáticos pero Hoseok no supo determinar de dónde procedía. Debajo de la imagen vio varios imanes redondos, cuadrados y coloridos.

—Locarno, Suiza. Bucarest, Rumania. San Sebastián, España. San Cristóbal de las Casas, México. Villa La Angostura, Argentina. Isla de Margarita, Venezuela. Cusco, Perú. Puerto Varas, Chile. Barahona, República Dominicana. Tarija, Bolivia. Santa Marta, Colombia. Islas Galápagos, Ecuador. Quetzaltenango, Guatemala. Granada, Nicaragua. San Juan, Puerto Rico. Saltos del Monday, Paraguay— leyó en alto —Parece que les gustaba viajar. 

—El fin del mundo les debió pillar fuera de casa— supuso Namjoon al ver el apartamento tan ordenado.

Hoseok abrió la nevera; el olor a podrido le echó inmediatamente para atrás. El joven cerró la puerta asqueado.

—Hace mucho calor— el primo de Jungkook sacó una botella de la mochila y se la acercó —Debemos mantenernos hidratados.

—¿Para qué?— preguntó exhausto —Vamos a morir de todos modos...

Retrouvailles | ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora