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Yoongi fue el primero en despertar. Hacía mucho tiempo que no amanecía tan feliz y la razón yacía justo a su lado. Ver la expresión tan dulce e inocente de Jimin, su boca ligeramente entreabierta mientras dormía plácidamente, le transportó a su vida en Inyeon.

Para Taehyung, que fue el segundo en despertar, la emoción que surgió en él fue muy similar a la de su hermano. Había añorado compartir su cama con Jungkook y verlo a centímetros de él, rozando su piel con la suya, le generó una inmensa felicidad.

Seokjin fue el tercero en abrir los ojos. Se había quedado dormido entre Hoseok y Namjoon, mientras veían una comedia. Tras darles un beso a sus chicos y bajar de la cama sin molestar a Mellie y Neysa, se fue a cambiar, y a continuación, a hacer el desayuno.

Hacía mucho tiempo que Seokjin no cocinaba para tantas personas. Estaba tan contento que puso música de Coldplay para preparar el banquete. Mientras se dedicaba con cariño a una de sus grandes pasiones, Jimin despertó entre los brazos de su esposo.

—Qué bien hueles, amor— se agarró de su espalda.

—Huelo a ti— Yoongi lo besó en la cabeza —¿Has dormido bien?

—Como nunca, Yoon.

—Eres la primera persona, en toda la historia de El Umbral, que duerme bien en su primera noche.

—Porque me has dejado hacerte muchas cositas— se rió pícaramente —Gracias a ti, mi cuerpo y mi mente se han relajado.

—He sido muy generoso, ¿verdad? Deberías compensármelo.

Jimin lo abrazó entre risas y Yoongi entrelazó sus piernas con las suyas. Hacía una temperatura muy agradable en el exterior, por lo que, aunque ambos habían dormido desnudos, no sentían ni gota de frío.

—¿Cómo puedo compensártelo?

—Es muy sencillo— Yoongi le apretó la nalga —Déjame hacerte cositas.

—Nunca tienes suficiente, ¿eh?— Jimin le mordió el labio inferior suavemente —Hazme lo que quieras, hyung.

Mientras Yoongi se disponía a divertirse con su esposo, en el tejado, Jungkook despertó con las caricias de su marido. Estaba tan cerca de su cara que podía sentir la punta de su nariz levemente contra la suya.

—Tus caricias son muy agradables— el maknae lo besó en la boca —Te he echado de menos.

—¿Incluso mientras dormías?

—Sobre todo mientras dormía.

Taehyung se escondió entre sus brazos y Jungkook lo besó en el cuello, haciéndole reír del cosquilleo. Oír su risa a primera hora de la mañana era como volver al pasado, cuando ambos convivían en armonía.

—Quería darte las gracias por haberme dejado la lista. Ha sido de gran ayuda, Tae. No sé si hubiera podido seguir adelante sin ese empujón.

—Eres más fuerte de lo que crees. De hecho, me sorprende que hayas completado cuarenta y nueve tareas.

—Hice las cincuenta.

—No tuviste sexo.

—No dijiste que tuviera que ser con alguien— Jungkook se encogió de hombros —Lo hice conmigo mismo.

—No seas tramposo.

Jungkook se rió.

—Agradezco tu preocupación por mi vida sexual, pero no he tenido el deseo de acostarme con otro hombre. Si te hubiera perdido con treinta años sería diferente, pero cuando te fuiste, yo ya estaba viejo.

Retrouvailles | ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora