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El pulso del menor se disparó al ver a Sungjae. Jungkook estaba muy impactado con su presencia, pero también con el cambio físico que halló en él. La última vez que lo vio llevaba el pelo corto y castaño, ahora lo tenía más largo y negro. El maknae también se fijó en la cicatriz de su cuello. Por el aspecto de la marca parecía una herida reciente.

Sungjae dejó a Mellie sobre la arena y la perrita corrió alegremente hacia sus «papás»

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Sungjae dejó a Mellie sobre la arena y la perrita corrió alegremente hacia sus «papás». Taehyung la alzó en brazos sin saber muy bien cómo comportarse. La tensión entre ellos era asfixiante.

El castaño desvió la mirada hacia su novio. Ambos seguían mirándose con sorpresa pero también con cierta cautela, como si aquel reencuentro fuese una mera ilusión.

Jungkook fue el primero en romper el silencio. 

—Tenías razón— el maknae dio varios pasos hacia Sungjae antes de arrodillarse delante de él —Mi padre era una mala persona... Mi padre le arruinó la vida a tu familia— Jungkook inclinó el cuerpo todo lo posible —Siento mucho todo el dolor que te hemos causado. Lo siento profundamente. 

Taehyung se mordió el labio inferior. El dolor que transmitía la voz de Jungkook le creó un profundo malestar y sin embargo, lo que más temía era la reacción de Sungjae. Jongsuk había sido un desalmado y por ende entendía el odio que albergaba hacia él.

Taehyung se tensó al verlo caminar hacia Jungkook. Sungjae se arrodilló enfrente del maknae y lo envolvió en un cálido abrazo.

—¡Estás vivo!— exclamó con un nudo en la garganta —¡Estás vivo!

El menor se quedó paralizado; Taehyung en cambio exhaló un suspiro, aliviado por su reacción.

—Pero... Hyung...— Jungkook alzó la cabeza confuso —¿Y-Ya no me odias?

—¿Odiarte? Pensé que habías muerto— Sungjae lo agarró de la nuca —Me alegro de que estés aquí. No te haces una idea de cuánto me alegro— el chico lo volvió a abrazar —Qué bien que estés vivo.

El maknae no logró retener las lágrimas. Hacía años que su amigo no le miraba con tanto afecto. Taehyung en cambio se sintió raro al presenciar dicha escena. El joven decidió caminar hacia la orilla para darles un poco de privacidad a ambos.

Sungjae arropó al menor hasta que disminuyó su llanto; luego se acomodaron sobre la arena.

—Esto es tan extraño— comentó Sungjae entre alegría, alivio e incredulidad —Ayer soñé contigo y hoy estás aquí. Parece un milagro.

—El milagro es que tú estés aquí y me hayas recibido así— Jungkook se limpió las lágrimas —La última vez fue... Todo fue muy distinto...

—La última vez estaba muy enfadado— resopló incómodo —Mi casero iba a echarme por impago del alquiler y mi jefe no quería pagarme las horas extra... Cuando te vi allí, acompañado de tus amigos pijos y viviendo una vida de lujo... Sentí mucha rabia.

Retrouvailles | ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora