106

14K 2K 2.9K
                                    

Yoongi amaba despertar antes que su marido y ver como dormía a su lado. Ese breve instante, en el que podía contemplar cada parte de su rostro, era de sus momentos favoritos.

Yoongi le dio un beso en la mejilla y se acomodó en la cama para seguir leyendo el libro que tenía sobre la mesilla. Era domingo y estaban solos, dado que Junggi se había quedado a dormir en casa de Changwook. Por ese motivo se movió lo menos posible, para que Jimin pudiera dormir hasta tarde.

A pesar de sus intentos por cuidar del sueño de su marido, el menor despertó solo media hora después de que Yoongi se pusiera con la lectura.

—Buenos días...

—Buenos días— le acarició la cabeza cuando Jimin se abrazó a él —¿Has dormido bien?— Yoongi notó que seguía adormecido y decidió continuar con la lectura. A veces, Jimin se despertaba, lo abrazaba y seguía durmiendo un rato más. Era como un gatito buscando el contacto físico y esa faceta suya le resultaba de lo más tierna.

Pero Jimin no se durmió, se quedó pensando en la fiesta de anoche y en lo mucho que había amado la sensación de bailar con Yoongi. Todavía sentía el cosquilleo en el cuerpo, como si siguieran sobre la pista, disfrutando de ese momento que tanto había anhelado.

—Bailar contigo fue tan hermoso, Yoon— dijo en un tono muy cálido —Me sentí muy feliz compartiendo ese momento contigo.

—Podemos repetirlo cuando quieras, amor.

A Jimin le conmovió que estuviera dispuesto, sobre todo porque bailar con él le hacía extremadamente feliz.

—Cariño, ¿qué estás leyendo?

—Un libro sobre fomentar las pasiones y desarrollar las habilidades sociales de los niños.

—¿Cuántos libros de esos te has leído ya?

—Nunca son suficientes, Jiminie.

El menor lo besó en el pectoral derecho y se volvió a acurrucar sobre su pecho. Yoongi dejó el libro encima de la cama para prestarle toda su atención. Era evidente que se había despertado con ganas de mimos.

—Oye, Yoon... Estaba pensando en nuestro hijo, en lo que nos dijo hace unas semanas...

—¿En qué cosa?

—Ya tiene cinco años y bueno... ¿No crees que deberíamos darle un hermanito?

Yoongi no dijo nada y el silencio que surgió entre ellos inquietó a Jimin

—Tú y TaeTae sois dos, Jungkookie y yo somos dos... ¿De verdad vas a privar a Junggi de tener la misma experiencia que nosotros?

—No es eso... Es que desde ayer quería preguntarte lo mismo.

—¿De verdad?— Jimin se alzó para mirarle a los ojos —¿No lo dices por decir?

—No lo digo por decir, lo llevo pensando desde que Junggi nos preguntó por qué no tenía un hermano.

—Entonces... ¿Quieres que adoptemos?

—Creo que ahora que te has recuperado del todo, es el momento perfecto para dar el paso.

—¡Te amo!— Jimin lo abrazó emocionado —¡Eres el mejor marido del mundo!

Yoongi sonrió. Aumentar la familia era una gran responsabilidad, pero también sabía que ambos estaban preparados para criar a otro niño. Además, le hacía mucha ilusión que Junggi contara con un hermano, como él contaba con Taehyung.

—¿Cuándo quieres ir?

—Podemos ir hoy— propuso Yoongi —Es lo que queremos, ¿no?

Jimin lo abrazó soltando unos adorables grititos que hicieron reír a su marido. Estaba tan emocionado que no podía parar quieto y cuando se ponía así, contagiaba a Yoongi de su energía.

Retrouvailles | ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora