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Las últimas semanas habían transcurrido con mayor normalidad. La recuperación de Jimin y Sungjae, la vuelta a terapia de Yoongi, la mejora en el comportamiento de Junggi, el bienestar de Eunha y la vida familiar que llevaban Taehyung, Jungkook y Sohee, rebajó la tensión en El Umbral.

La forma en la que los habitantes de la isla se habían unido ante la adversidad, había alegrado enormemente el corazón de Hoseok, pero conocer al pequeño Hoseokie, fue lo que más lo conmovió. El día en que Changwook lo presentó en casa de los Min, no pudo dejar de llorar de lo feliz que estaba.

Changwook había pasado por muchas dificultades, no obstante, había logrado superarlas todas y ahora estaba mirando hacia el futuro con optimismo. A pesar de los malos momentos, seguía caminando con paso firme y para Hoseok, era todo un ejemplo de superación.

Incluso a Seokjin se le humedecieron los ojos cuando vio al pequeño Hoseokie con Jungkook. No sabía qué clase de amor sentía Changwook por el pelirrojo y en realidad tampoco importaba; Hoseok había dejado un impacto lo suficientemente grande en él, como para desear ponerle su nombre, y ese, le parecía el más bello de los detalles.

A Namjoon también le agradó la decisión de Changwook. Era alguien importante para Hoseok y por ende, también lo era para él. Aunque no se conocían, le deseaba un futuro próspero, lleno de felicidad y amor junto a su hijo.

Mientras las cosas en la isla volvían a la normalidad, el ambiente en El Umbral también había mejorado.

Seokjin y Namjoon pusieron a Hoseok al corriente de como era su nuevo hogar, aunque omitieron las intervenciones de Seokjin y el resultado de ellas, y cómo habría sido su vida en las otras dos líneas temporales que conocían.

Era algo que debían contarle, pero Hoseok todavía se estaba adaptando y después de la tragedia en Inyeon, no era el momento adecuado para mantener esa conversación.

Tampoco le habían hablado de la relación que tenían, no porque Namjoon no quisiera, Seokjin seguía reacio a dar ese paso, hasta que Hoseok comenzó a organizar actividades para ellos y entonces la perspectiva del mayor cambió.

—No es solo por ti, es que Seokjin hyung y yo también somos amigos— le había dicho una tarde a Namjoon frente al lago —No como vosotros dos, claro, nuestra relación ha sido más bien fantasmal en comparación con la vuestra, pero me siento muy cómodo con él. Es como... Como si hubiera una conexión entre nosotros y por eso quiero conocerlo mejor. Me gustaría que los tres pudiéramos llevarnos bien.

Y Hoseok no reculó, se organizó de maravilla para estar con Seokjin a solas, para hacer cosas con Namjoon o para tener actividades entre los tres. Al principio fue extraño, sobre todo para Seokjin, pero esa sensación de incomodidad se fue desvaneciendo por el gran entendimiento y la buena compatibilidad que había entre ellos.

A raíz de pasar más tiempo juntos, surgió otra clase de sentimiento en Seokjin. ¿Cómo podía decirle lo que sentía por su novio si Hoseok era tan encantador con él? ¿Cómo podía contarle la verdad si se estaban haciendo buenos amigos?

Namjoon le había advertido varias veces de que si dejaban pasar más tiempo, al final sería mucho peor y a la larga, Seokjin comprendió que no podían insistir en una mentira. Ver como habían resuelto las cosas en Inyeon, como sus amigos estaban luchando por un futuro mejor y desde la honestidad, hizo que se planteara muchas cosas.

—Se lo diremos esta semana— aceptó Seokjin al fin —Solo dame unos días más para prepararme mentalmente.

Y Namjoon se lo concedió, sobre todo porque quería hacer las cosas junto a Seokjin y no en contra de él. Prefería que ambos estuvieran de acuerdo para que, pasara lo que pasara, no hubiera reproches entre ellos.

Retrouvailles | ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora