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Yoongi se quedó mirando el rostro de su marido sin saber cómo reaccionar. Jimin no ocultaba su preocupación, se podía ver en su mirada, pero también parecía dubitativo, como si siguiera agarrándose a la posibilidad de que, esa sensación que sentía, se debía en realidad a la medicación.

Jungkook entró en la habitación acompañado de Lee Jieun. Mientras la doctora se acercaba a su paciente, el maknae se percató de que algo iba mal. Jimin parecía inquieto, lo que dada su situación no le extrañaba, pero la expresión de Yoongi, sin embargo, lo puso en alerta.

Jieun comenzó a examinar el cuerpo de Jimin y durante toda la conversación que mantuvo con él, Yoongi solo pudo oír un intenso zumbido. Estaba tan nervioso que le temblaban las manos, incluso no sabía hacia donde mirar, detalle que no pasó desapercibido para Jungkook.

—No siento las piernas...

A Jungkook se le cayó el mundo encima cuando su hermano pronunció aquellas palabras. Consternado, miró a su cuñado y entonces comprendió por qué estaba tan nervioso.

Jieun dibujó la lesión que tenía en un papel para explicarle de la manera más sencilla posible, dónde estaba el daño y qué problemas había causado. Las pruebas previas habían mostrado que el cuchillo había alcanzado un área extremadamente sensible y la probabilidad que de no pudiera recuperar la movilidad era alta, pero no definitiva.

—Tenemos que hacerte unas pruebas, pero no tienen que ser de inmediato. Podemos programarlas para dentro de unas horas si prefieres descansar.

—No, no puedo esperar— Jimin forzó una sonrisa —No puedo estar con esta incertidumbre.

Jieun tenía una reunión con la doctora Seo, pero decidió retrasarla para hacerle las pruebas. Jimin no era el único que necesitaba respuestas, por la expresión de sus acompañantes, parecía que ninguno sería capaz de aguantar.

—Lo haremos ahora mismo.

Jungkook se ofreció a trasladar a su hermano para que no tuviera que hacerlo la doctora. El personal era tan escaso que tanto médicos como enfermeras, tenían que hacer muchas veces el trabajo de los celadores. Y después de la invasión, el personal se había reducido incluso más.

Jimin trató de mostrarse tranquilo, pero por dentro estaba muerto de miedo. Sabía que había recibido varias puñaladas, recordaba la agresión perfectamente, pero nunca se le pasó por la mente que sus lesiones pudieran traerle semejantes consecuencias.

—Tienes que estar tranquilo— Jungkook besó la frente de su hermano —La doctora te salvó la vida, seguro que encuentra una forma de ayudarte. No te agobies antes de tiempo.

Jimin apretó la mano de Jungkook con sentimientos encontrados. Tenía razón, no debía estresarse antes de saberlo a ciencia cierta. Aunque por dentro estuviera hecho un manojo de nervios, necesitaba calmarse. Su mirada se alzó hacia Yoongi, buscando algo de serenidad en él, pero su marido no lo miró, solo continuo guardando silencio.

—¿Hyung?

Yoongi asintió cuando Jungkook hizo un gesto hacia la salida. El maknae empujó la cama de su hermano como se había ofrecido a hacer y la doctora caminó al lado de Jimin, resolviendo alguna de las dudas que le habían quedado.

Yoongi los siguió a paso lento, escuchando el mismo zumbido que en la habitación. Las dudas de su esposo y las respuestas de la doctora pasaron por encima de él, como un murmullo muy lejano. Dentro del ascensor se colocó en una esquina y siguió sin decir nada mientras Jungkook le daba ánimos a su hermano.

Jimin lo buscó con la mirada, pero Yoongi se escondió de él. Tampoco se mostró cuando siguieron caminando por el pasillo. En todo momento se mantuvo detrás de Jungkook, hasta que llegaron a la sala donde le iban a realizar las pruebas. Cuando el maknae se giró para pedirle que se acercara, Yoongi ya no estaba entre ellos.

Retrouvailles | ⁴Donde viven las historias. Descúbrelo ahora