PARTE (151): ¿Si o no?

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-por ahí – hablo sonriendo

-¿por ahí? – sonreíste.

-donde nos lleve la vida – te dijo y te reíste. Al bajar las escaleras viste a tu madre y a Ángel viendo la televisión.

-mamá, saldré a dar una vuelta con Eddie – hablaste mirando a tu madre y a Ángel.

-bueno – hablo tu madre sin dejar de mirar la película.

-tengan cuidado – ahora dijo Ángel también mirando la película.

-¡si! – les respondiste y los dos caminaron hacia la puerta. Eddie la abrió y te dejo salir a ti primero, y luego salió él para luego cerrar la puerta - bueno... se veía que estaban... Muy pegados a la película – le hablaste con una sonrisa, mientras empezabas a caminar.

-si – te respondió, mientras sonreía y miraba hacia adelante - pero te dejaron salir.

-y todo porque mi madre te tiene confianza – sonreíste mientras caminaban por la orilla de la calle - y te quiere.

-es algo raro saber que otras personas... Que no sea de tu familia te quiera... – hablo aun mirando hacia el frente.

-sí, pero es lindo saber que más personas te quieren – sonreíste mientras que también mirabas hacia el frente.

-si – él sonreía.

-y ¿Que haremos ahora que vamos a hacer aquí? – preguntaste mientras lo mirabas.

-solo caminar – te respondió sin tomarle mucha importancia – pero… ¿Qué tal si vamos a tomar un helado?

-¿Un helado? A las 7 de la noche – hablaste mientras enarcabas una ceja.

-aun no es tan tarde, podemos ir y luego volvemos a tu casa – te miro con una sonrisa - y en realidad son las 8 de la noche.

-bueno, vamos – sonreíste.

Comenzaron a caminar hacia la tienda de helados y mientras caminaban Eddie te miraba como si quisiera decirte algo, pero luego de unos minutos no pudo contenerlo más.

-sabes. Me gustaría comprarme una moto – te dijo Eddie con una sonrisa mirándote. Lo miraste con una sonrisa.

-¿Una moto? – ladeaste tu cabeza.

-sip... ¿Crees que es muy loco? – te miro un poco desanimado.

-noo, creo que está bien. Es tu decisión – le sonreíste - pero... ¿Sabes conducir una moto? – lo miraste esperando su respuesta.

-sí se. Es fácil, solo que no tengo una - hablo con una sonrisa - pero imagínate... Salir en esa moto, de noche por una carretera e ir muy rápido - te miraba con una sonrisa.

-seria... Genial – le sonreíste falsamente - igual a mí me daría miedo.

-te ayudaría a pasar ese miedo e iríamos los dos en la moto. ¿Qué te parece? – te miro entusiasmado.

-¿sí? – informaste un poco desconfiada.

-sé que le tienes miedo, pero en serio. Podría ayudarte a pasar ese miedo – te sonrió.

-mmm... Seria... Muy amable de tu parte... Aunque, creo no poder pasar ese miedo - sonreíste un poco desanimada.

-vamos, nena. Pudiste superarlo en la furgoneta, puedes con una moto – comento entusiasmado.

-se escucha fácil... Pero no creo poder – torciste la boca.

-sí puedes. Déjame conseguir esa moto y luego te ayudaré – comento con una sonrisa.

una vida feliz con Eddie Munson y Tú Donde viven las historias. Descúbrelo ahora