El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)

Venganza (parte 2)

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Venganza

(parte 2)

[continuación del capítulo 16 de esta colección]

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Caía la tarde. Ranma se movió rápido a un costado, luego al otro, intentando desorientar a su contrincante, para luego atacarlo con una seguidilla de puñetazos rápidos y certeros; al final dio una salto hacia atrás, en el momento justo para esquivar la espada que, salida desde la manga de Mousse, venía hacia él. Al errar el blanco, Mousse giró sobre sí lanzando una patada alta, que dio en el pecho de Ranma, haciéndolo trastabillar. El chico de anteojos se adelantó, haciendo ondear las mangas, lanzando cadenas de cada una, buscando envolver a Ranma para hacerlo caer.

Ranma saltó dando un giro en el aire, para luego caer detrás de Mousse, lejos de él. El chico de anteojos se volvió, ambos se observaron un instante, sus respiraciones agitadas, los cuerpos tensos y cansados.

—¡Dámelo! —exigió Ranma.

—Te dije que solo lo tendrás si me matas, Ranma Saotome —replicó Mousse en el mismo tono. Se puso en guardia de nuevo, listo para sacar otro truco de la manga—. Ahora... ¡mátame, Ranma!

Con aquel grito se echó hacia adelante descargando una sucesión estudiada de golpes, los que Ranma intentaba bloquear y responder. Los dos se movían muy rápido, para un observador cualquiera eran casi dos borrones que se difuminaban en los colores de los edificios que circundaban aquel descampado, moviéndose de un lado al otro.

Ranma apretó la mandíbula, sus zapatillas chinas resbalaban en el pasto del terreno a causa de la velocidad de sus ataques; le dolían todos los músculos, había perdido la cuenta de las horas que llevaba allí, pero sabía que cada momento era precioso para Akane y de él dependía su vida. Había intentado razonar con Mousse, pero el muchacho se negaba a hablar, ni siquiera a explicar el motivo de las atrocidades que había cometido, solo repetía que si Ranma quería obtener algo de él debía matarlo primero. ¿Se atrevería?

La segunda estrategia de Ranma había sido intentar dejarlo inconsciente, para intentar buscar entre sus ropas hasta encontrar el antídoto, si es que lo tenía con él (¿y si no era así?). Sin embargo, había descubierto en Mousse un temple de acero que no le conocía, una brutalidad guerrera, un nivel de pelea muy superior al que él creía recordar. Este no era el Mousse de antes, su andar, su mirada, su voz, su manera de hablar no eran las mismas tampoco, una locura se había apoderado de él luego de los crímenes de Cologne y Shampoo, asesinatos que nadie podía comprender y que, si Mousse mismo no hubiera aparecido para asumir la autoría, nadie lo hubiera creído culpable. ¿Qué clase de locura se había apoderado de él?, ¿y por qué motivo, además? O quizá... ¿este había sido siempre el verdadero Mousse?

Ranma dio un giro en medio de los golpes, deslizando una pierna por debajo de su contrincante y lanzando un codazo justo a la boca del estómago, haciendo que Mousse se quedara sin aire. El chico dio pasos torpes hacia atrás y Ranma aprovechó el momento para lanzarse sobre él y derribarlo, poniéndose encima de inmediato para inmovilizarle las piernas y brazos con la fuerza de sus muslos. Lo tomó por la túnica y lo sacudió con fuerza.