El mundo sombrío (parte 4)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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El mundo sombrío

(parte 4)

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La noche ya había caído sobre Nerima. Ranma y Akane eran los únicos que caminaban por la calle. A la chica se la notaba un poco nerviosa, pero Ranma estaba calmado, incluso algo aburrido. Akane se quedó observando al joven, cuando no hablaba como un pedante, no se comportaba como un arrogante, un bruto y un pervertido —porque sí, sabía que la había mirado más de la cuenta en la escuela—, como un muchacho al que solo quería partirle la cara, o sea, cuando se quedaba en silencio y no abría la boca, Ranma podía ser bastante... ¿interesante?

Akane se sonrojó poniéndose una mano en la mejilla ante su propio pensamiento. No podía ser verdad que se sintiera atraída por el chico que la trató tan mal. ¿Es que era una protagonista sin gracia de esas insufribles novelas para adolescentes que le gustaban a Yuka, en que la estúpida protagonista se terminaba enamorando de un chico maltratador que lo único que hacía era sacarse la camiseta, mostrar los músculos y ser muy apuesto?

Aunque debía reconocer que cuando la luna iluminaba el perfil de ese tal Ranma, acentuando sus rasgos y delineando la larga trenza china, su corazón latía más fuerte y se sentía inquieta.

—¿Por qué tengo que acompañarte de todos modos? —preguntó Ranma, rompiendo el encanto.

Akane frunció los labios. Él comenzaba a ser tan atrayente cuando estaba callado, ¡pero tenía que abrir la boca!

—Supongo que porque tú me secuestraste, por si no lo recuerdas. Además, alguien tiene que explicarle a mi padre la razón por la que llego tan tarde, no quiero que me castigue siendo inocente.

—¿Tu padre? ¿Castigo?... Pero si eres un demonio, no sé por qué tendrías un padre en primer lugar.

—¡Ya basta con eso de demonio! —Akane se paró en seco, enfrentándolo—. ¿No te das cuenta lo hiriente y tonto que eres?... Soy mitad humana, tengo un padre y hermanas... y tendría una madre también si ella no hubiera sido cazada por ser también una súcubo, o lo que signifique eso. ¿Importó que ella no le hiciera daño a nadie, o que solo se alimentara del amor que le daba mi padre? ¡No, claro que no! Nada de eso importó, porque ella era un demonio después de todo, y por eso mereció ser perseguida, cazada, y luego morir... de la forma tan horrible en que...

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora