Estrella

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Estrella

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Los primeros destellos rodearon a la estación espacial y al transbordador acoplado a ella. Robert Brown se ajustó el cinturón que lo dejó fijo al asiento del piloto y soportó el dolor de sus manos al tomar los controles. En el lugar del copiloto, Anastasia Belova también se aseguró, registrando los indicadores. En la ventanas del transbordador podían ver pasar rápidamente el horizonte de la Tierra tras cada brusco remezón en que la rotación parecía detenerse un momento, lo suficiente para avanzar en sentido opuesto hacia el espacio, pero luego todo volvía a girar con rapidez.

—No lo están consiguiendo —Brown mordió sus palabras con rabia y frustración—, todavía mantenemos el curso de colisión con la costa occidental del pacífico. Los cohetes no consiguen movernos lo suficiente. ¿Qué está sucediendo allá?

—La tracción de gravedad nos está inmovilizando, estamos perdiendo la órbita —dijo Anastasia, en su rostro se reflejaron los tonos dorados de los rápidos destellos que empezaban a cruzar frente a la ventana—. La temperatura exterior aumenta con rapidez —apretó los labios y se los mordió antes de susurrar como si fuera una condena de muerte—. Entrando en la barrera de resistencia atmosférica...

—¡Estamos cayendo! —gritó Anderson, escupiendo sangre de sus heridas—. ¡Directo al infierno! ¡Todos juntos, todos nos iremos al demonio!

Su risa demente fue acompañado del estridente crujido de la nave.

—Debimos arrojarlo al espacio —dijo Brown con desprecio.

Da! —respondió Anastasia, sin despegar los ojos de los monitores—... Irvin, ¿qué esperas? —susurró empuñando las manos—. ¡Irvin, no te rindas!

Los monitores dieron una señal de alarma.

—¿Qué sucede?... ¡Qué demonios! —se quejó Brown—. Alguien está alterando el programa de los cohetes, no tengo control sobre el sistema.

Kak?! —Anastasia accionó varios botones en el panel, mirando uno de los monitores—... Oh, es Irvin, ha cancelado el programa anterior y... ¿quiere disparar un único impulso?

Estaban por caer de la termosfera, una gran zona alrededor del planeta, bajo los seiscientos noventa kilómetros de altura, la capa donde orbitaban satélites y transbordadores espaciales. Se inclinaban rápidamente, a punto de cruzar la «línea de Kármán», la separación entre la atmósfera y el espacio exterior, a apenas cien kilómetros de altitud, el lugar donde se producían las aureolas boreales. Una vez que la cruzaran se encontrarían en la mesósfera, la capa hasta donde llegaban la mayoría de los cuerpos espaciales que caían en la Tierra, y que luego se evaporaban por el calor, por la fricción que sufrían a tan altas velocidades con las partículas de aire de la atmósfera.

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora