La larga espera

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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La larga espera

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Los dolores le comenzaron en la parte baja de la espalda, justo encima de las caderas. Akane se masajeó como pudo, faltaban menos de dos semanas para que su hijo naciera así que supuso que aquello era parte del proceso, junto con las náuseas de los primeros meses, los cambios en su cuerpo, el últimamente constante dolor en los pechos, y el apenas poder dormir en la noche por no encontrar una posición que le acomodara.

Volvió a frotarse la espalda y siguió andando por la sala, en alguno de los tantos libros sobre embarazo que leyó había aprendido que aquello era bueno, e incluso facilitaba el parto después. ¿Sería ya el momento realmente? Se asustó de pronto, pero continuó dando pasos por la sala de su casa, arrastrando las pantuflas. Kasumi llegaría pronto de las compras, la tía Nodoka también vendría pronto, eran casi las nueve de la mañana, siempre llegaba como a esa hora. No, no estaría sola. Aunque...

Nuevamente, como había hecho tantas veces en todos aquellos terribles y largos meses murmuró para sí misma:

—Si estuvieras aquí, Ranma.

Las lágrimas se agolparon en sus ojos pero no les permitió salir. Apretó la mandíbula y siguió respirando, sintiendo que el dolor continuaba allí, sin crecer, pero tampoco disminuía.

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Ranma había intentado ir de nuevo a Jusenkyo algunos meses después de la boda, la boda real, en la que de verdad celebraron su matrimonio. Ella lo hubiera acompañado, como siempre hacía para todo, pero hacía poco habían descubierto que estaba esperando un hijo, y junto con aquella noticia había crecido en Ranma la necesidad de ser por fin un hombre completo de nuevo. No importaron todas las veces en que ella le dejó saber de mil maneras que eso no importaba, que lo importante era él como persona, y lo que tenía en el corazón, todas las cosas que había hecho y las que haría con su hijo. Akane le repitió mil veces que su hijo lo amaría de todas maneras, y más aún si había continuado con su vida y luchado por sus sueños aún teniendo esa maldición.

Tampoco las palabras de su madre sirvieron, reprochándole que abandonara a su mujer en un momento como ese. Ranma estaba decidido, y Akane comprendía esa tozudez que sabía que ella también tendría de haber estado en su lugar.

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora