Ranma ½ no me pertenece.
Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.
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Fantasy Fiction Estudios presenta
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El año de la felicidad
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Decisión
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Akane dio una mordida a su taiyaki. Sentada en una larga banca de la estación de trenes esperaba a Ranma, que había ido a comprar los boletos. Iba a dar otra mordida pero se detuvo, suspiró desanimada. ¿Volvería algún día a respirar esa sabrosa tranquilidad?
Ranma regresó y se dejó caer en la banca al lado de Akane, haciéndola volver de sus pensamientos. La pequeña bolsa de papel llena de taiyakis quedó entre los dos. En su mano Ranma apretaba los boletos del tren. No dijo ninguna palabra; metió la otra mano a la bolsa y sacó un dulce que comenzó a comer en silencio.
—¿Los compraste? —preguntó Akane.
Ranma dio otra mascada antes de responder.
—Sí —se guardó los boletos rápidamente en el bolsillo.
Akane volvió a suspirar.
—¿Para qué hora los compraste?
—Para las once y media —respondió el muchacho rascándose la mejilla.
—No queda mucho.
—No.
—Para irnos.
—Sí —respondió Ranma y terminó de comer su dulce.
—Apenas faltan diez minutos.
—Sí.
—Oh... No alcanza para dar un paseo antes siquiera —lamentó Akane.
—No —Ranma metió otra vez la mano en la bolsa.
—¿Puedes decir algo más?
—¿Y qué quieres que diga?
—¡No sé! ¡Qué no quieres regresar, por ejemplo! —exclamó Akane enfadada.
Ranma soltó el dulce y se quedó mirándola. Ella, avergonzada, se cruzó de brazos y miró hacia el otro lado.
—¿No quieres volver a Nerima? —preguntó Ranma sorprendido.
Akane se encogió de hombros.
—¿Y tú? —preguntó ella.
—Pero tenemos que volver, hay que acabar la escuela.
—¿Desde cuándo te preocupa a ti la escuela? Además, ya estamos casados, no es obligación que la terminemos si viviremos del dojo.
—Y hay que hacernos cargo del dojo —insistió Ranma.
—Todavía somos muy jóvenes para eso, ¿no?
—¿Y de dónde sacaremos dinero? —preguntó después él.
—¡Podemos conseguir trabajos de medio tiempo!, digo, mientras viajamos...
—¿Viajamos?
—Como hicieron tú y el tío Genma. Conocer Japón, entrenar, prepararnos para ser los mejores.
—No sabes lo difícil que es eso —replicó Ranma—, la mitad de las veces nos la pasamos escapando de la gente a la que papá le robaba; luego el frío, la lluvia, los largos caminos, no podrías...
–¿Insinúas que soy débil? —inquirió ella.
—No, yo...
—Además, no pienso dejar que robes como tu padre.
—¡Y quién pensaba robar algo! —exclamó Ranma.
—Trabajaremos, ya te lo dije, podríamos...
El sonido de unas suaves campanas por el altoparlante de la estación la interrumpió.
Su atención, por favor, informamos que el próximo tren con destino a la estación Koide de la línea Joetsu saldrá dentro de cinco minutos. Rogamos a nuestros estimados pasajeros abordar.
—¿Ranma?... Es nuestro tren, se adelantó —dijo Akane sorprendida. Luego dejó caer los hombros resignada—... Tenemos que irnos.
Ranma parpadeó y siguió comiéndose su taiyaki.
—No es el nuestro, deja que se vaya —dijo, metiendo una vez más la mano a la bolsa con los dulces.
—¿Cómo? —preguntó Akane.
Ranma, en lugar de responder, sacó los boletos del bolsillo y se los dio. Akane los tomó confundida y los miró.
—¿Qué? —murmuró girándolos y volviéndolos a mirar—. Son boletos para... Ranma, ¿qué significa esto? —preguntó.
—No sabía cómo decírtelo —respondió Ranma rascándose la nuca—, pero yo tampoco quiero volver a Nerima.
—Pero... como se nos acaba el dinero... —dijo Akane dubitativa.
—En realidad nunca estuvo en mis planes regresar —dijo Ranma metiendo una vez más la mano en la bolsa, pero estaba vacía, así que la arrugó formando una bola—. Esta no es una luna de miel.
—Ranma... —Akane lo miró expectante.
—Tal vez no sea la mejor decisión, pero tenemos que hacer las cosas a nuestro modo, ¿verdad? —continuó Ranma mientras jugaba con la bola entre sus manos—. Además, como dijiste, podríamos conseguir empleo mientras viajamos por Japón entrenando. ¿De verdad te gustaría eso? Hay unos cuantos lugares que me gustaría mostrarte, y estoy seguro que... —volteó a mirarla y pudo ver los brillantes ojos de su esposa observándolo atentamente—. Eh... ¿Akane? ¿Te parece bien?
Se miraron a los ojos durante un momento que pareció una eternidad, hasta que una sonrisa se formó en el rostro de Akane antes de que saltara a sus brazos.
—¡Ranma!
El tren partió y aceleró dejando la estación con su característico sonido. Las personas iban y venían cerca del andén llevando maletas y charlando.
Mientras, una avergonzada pareja de jóvenes se abrazaba en una de las bancas.
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FIN
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Nota de autora: Recién el otro día, charlando con Noham, me vine a enterar que en Japón no es obligatorio terminar el bachillerato (o como le digan en sus países); por eso Ranma no está ni ahí con la escuela y falta cuando quiere XD. No tenía ni idea.
Taiyaki es ese dulce con forma de pescado, relleno de frijol dulce.
Muchas gracias a todos por leer. Les mando besos y abrazos. Nos vemos mañana.
Romina
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El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)
FanfictionUn fic al día durante un año. Romance, drama, terror, tragedia, lemon, acción y aventura. Todos los personajes de Ranma ½. Ranma & Akane. Fanfics de Ranma 1/2. - Capítulos del 1 al 200. (Continúa en El año de la felicidad parte 2 ya que Wattpad no p...