Okinawa

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Okinawa

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Se quedó observando el cielo azul encima de él.

Lo segundo que sintió fue el sonido del oleaje que en sus idas y venidas alcanzaba sus piernas. Después se fijó en el fuerte aroma salado que inundó sus pulmones, hasta hacerlo doler un poco. Un segundo hombre vestido en traje de astronauta caminaba a paso lento por el borde de la arena húmeda, sumergiendo los pies en el agua cada vez que la ola lo alcanzaba. Cargaba su casco abierto en la mano y su rostro parecía tan abatido como los gestos que hacía, arrastrando su cuerpo en cada paso. Se detuvo al lado del que estaba tirado. Se dejó caer sentándose a su lado con el casco entre las piernas un poco dobladas, apoyando las manos atrás, mirando el horizonte.

–Este no parece el mundo que dejamos atrás —dijo Irvin—. ¿Puedes moverte?

Ranma cerró los ojos, como un largo parpadeo. Saboreó su boca seca. Abrió los ojos y trató de incorporarse, su cuerpo dolía, más en el hombro, donde había sido golpeado con dureza. A mitad del esfuerzo Irvin lo ayudó a sentarse también. Ranma se terminó de sacar el casco y lo dejó caer en la arena. Miró lentamente a ambos lados, observando la destrucción.

—¿Dónde estamos?

—No lo sé —respondió Irvin—. A lo mejor estamos muertos.

Ranma dio un resoplido, y se quejó por el dolor de su hombro y su torso otra vez.

—Lo dudo —dijo un poco débil—, no tenemos tanta suerte.

–Después de todo lo que sucedió... aye, tenemos la peor suerte del mundo.

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Irvin McGray había tenido más suerte, fuera de la sacudida que no quería volver a recordar en su vida, parecía estar completo. Ranma no, el golpe que se dio contra las rocas parecía haberlo lastimado de seriedad, su hombro estaba inmovilizado, apenas podía levantar un poco el brazo antes de que el dolor lo hiciera desistir, temblando, así que lo dejó colgando al costado de su cuerpo. El torso también le dolía, como la espalda, por los bruscos golpes.

Ya no cargaban con los cascos, de nada les servirían allí. Avanzaban con lentitud, Irvin cargando a Ranma, pasándole un brazo por detrás y afirmando el brazo de Ranma que pasó sobre sus hombros. Uno por dolor y el otro por debilidad, parecía que ambos se afirmaban en el otro al avanzar.

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora