Ranma ½ no me pertenece.
Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.
.
.
.
Fantasy Fiction Estudios presenta
.
.
.
El año de la felicidad
.
.
.
..
...
....
Remembranza
....
...
..
Junto a la hoguera, el pequeño Ranma dormía con un pie salido del saco de dormir, los brazos abiertos y las pequeñas manos cerradas. Tenía la boca entreabierta y hacía un pequeño sonido, como una especie de ronquido, con cada inspiración. El cabello negro y suelto estaba desordenado y enmarañado alrededor de su cabeza, lo tenía ya bastante largo; su padre, Genma Saotome, lo observaba desde el otro lado de la fogata. ¿Debería hacerle un corte de cabello?, ¿o era mejor que lo dejara así? Después de todo, quien sabe cuánto tiempo podría disfrutar el pobre niño de una cabellera como aquella, si había heredado sus genes —y así parecía, porque era perspicaz, muy apuesto e inteligente—, en la primera juventud su sedosa mata de pelo comenzaría a menguar y luego...
Genma Saotome apartó la vista del pequeño, sintiendo un escalofrío. Luego, llegaría la época de ponerse un vergonzoso pañuelo para ocultar los estragos implacables de la naturaleza, como le ocurría a él.
Un búho ululó en la noche, y Genma percibió el sonido de algún animal andando rápido por el bosque. No le agradaban aquellos ruidos, le ponían de punta el poco pelo que tenía, siempre prefería aprovecharse de la hospitalidad de algún alma bondadosa que los invitara a pasar la noche bajo techo, o incluso usar el poco dinero de que disponían para pagar algún hostal o pensión. Pero había momentos, como aquel, en que le apetecía otra cosa, el dinero bien gastado era un regocijo para el alma. Además, a Ranma le servía la vida a la intemperie para hacerse hombre. Así le había prometido a su esposa, que Ranma sería un hombre entre los hombres, sino no valía la pena el gran esfuerzo que él estaba haciendo.
Genma estiró las piernas y se apoyó en un codo, destapó la primera de las botellas de sake que había comprado y levantó la cabeza para mirar las estrellas, al tiempo que daba el primer trago. Recordó el agraciado perfil de su bella esposa Nodoka, y su brillante cabello recogido sobre la nuca; aquella nuca tan bien proporcionada, blanca, suave, destellante, un cuello que le daba escalofríos de placer. Aquel porte, aquella inclinación de la cabeza, aquella forma de llevar el kimono; seguro que Nodoka tenía algo de geisha, nunca se lo había preguntado, pero quizá.
Al terminar la botella, Genma cambió de posición, apoyándose en el otro codo. Le echó una mirada a Ranma, que se giró en su saco de dormir, dándole la espalda. Genma se sintió a sus anchas para cerrar los ojos y volver a pensar en Nodoka, su grácil y hermosa Nodoka, que ocultaba su agradable figura tras aquel kimono, un trasto inútil, si le preguntaban a él, pues era difícil de poner, y aún más difícil de sacar. Oh, pero valía la pena quitarlo, sí que valía, pues bajo el kimono estaba el cuerpo dulce, tibio, de Nodoka. Nodoka que soltaba su cabello siempre perfumado; Nodoka que acercaba sus manos siempre tímidas para tocarlo, Nodoka, sus largas piernas que lo envolvían. Nodoka, oh, dulce Nodoka, que mostraba en la intimidad su fuerte carácter, y a él le encantaba doblegar ese carácter. Tonta, torpe, despistada, pero dulce, suave, hermosa Nodoka.
La segunda botella se había vaciado, y Genma la dejó caer con dedos torpes sobre el pasto a su lado. Destapó la tercera y de a poco se dejó caer hasta terminar acostado sobre la hierba, con el estrellado cielo sobre él. Cerró los ojos y en seguida percibió el cálido tacto de las suaves manos de Nodoka en su rostro y su voz hablándole en el oído.
—Esposo mío, recuéstate y descansa en mi regazo.
—Sí... —replicó él, extasiado.
Al abrir los ojos creyó ver su perfil recortado contra el cielo oscuro de la noche. Sus ojos brillantes y bonitos.
—Ah... Nodoka...
—Debes estar cansado, amor mío.
—Sí, mucho... demasiado...
—Haces demasiado por nosotros —la voz de Nodoka destilaba una ternura infinita—. Te lo agradezco, esposo mío, haces que me enamore aún más de ti.
Genma se sonrió victorioso y cerró los ojos otra vez.
—Mi vida es sacrificada, pero todo vale la pena... si tú me esperas, Nodoka.
—Te esperaré siempre, mi amor.
—Cuando volvamos Ranma será un hombre entre los hombres, y yo seré tu héroe, ¿verdad?
—Claro que sí, esposo mío.
—Los caminos... son muy solitarios —balbuceó Genma—... te extraño... a cada momento... en las noches solitarias...
—Shhh... descansa, esposo mío... tu Nodoka está aquí para ti.
—Me recibirás cuando llegue... ¿verdad?
—Así es.
—Me amarás por siempre... ¿cierto?
Genma dejó caer la cabeza a un costado, vencido por el sueño. La botella resbaló de su mano y el resto del sake se regó en el suelo. Creyó escuchar entre sus sueños, la voz siempre dulce de Nodoka que le decía:
—Te amaré por siempre.
.
.
FIN
.
.
Nota de autora: Esta historia simplemente salió jeje. Siempre que escribo de esta pareja hay como un deje de melancolía, como de cosas que podrían haber pasado, pero nunca fueron; no sé, es una sensación extraña que quizá se transmita en el fic. Espero que les guste.
.-.-.-.-.-.-.-.-
Recuerden que para cualquier cosa estamos en facebook, en Fantasy Fiction Estudios. Dudas, sugerencias, reclamos o regalos serán recibidos allí. Jojojo.
.-.-.-.-.-.-.-.-
Gracias a todos por leer. Nos vemos mañana.
Romina
ESTÁS LEYENDO
El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)
FanfictionUn fic al día durante un año. Romance, drama, terror, tragedia, lemon, acción y aventura. Todos los personajes de Ranma ½. Ranma & Akane. Fanfics de Ranma 1/2. - Capítulos del 1 al 200. (Continúa en El año de la felicidad parte 2 ya que Wattpad no p...