El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)

Deuda de sangre 2

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Deuda de sangre

(parte 2)

[continuación del capítulo 37 de esta colección]

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—Detengámonos un momento aquí, Hashi —pidió Tofú en su habitual tono calmado.

Hashimoto detuvo el automóvil, bajó un poco el vidrio y encendió un cigarrillo mientras esperaba. Aquella zona solía ser el antiguo barrio de su jefe y en ese tiempo Tofú solía pasar por allí, detenerse un momento a observar, siempre con las ventanillas del auto alzadas, para que nadie lo viera, y luego podían retomar la marcha. Hashimoto se había dado cuenta de que casi siempre una jovencita estaba por las inmediaciones de las calles que frecuentaban y se preguntaba si ella significaba algo para Ono Tofú, si quizá habían sido algo cuando él trabajaba de acupunturista o solo la admiraba desde lejos.

Tofú se quitó las gafas de sol para ver mejor a través de los vidrios polarizados del coche. Pudo ver el café cerca de su consultorio donde de vez en cuando compraba algún panecillo dulce; enfrente, el pequeño supermercado donde compraba toda su despensa. Al lado estaba la tienda de mangas, donde también vendían algunas revistas sobre su profesión y donde él se quedaba a veces leyendo un poco. En la esquina de la calle había una florería y por allí iba caminando Kasumi Tendo, eligiendo un par de claveles y algunas peonías. Tofú la siguió con la mirada, la chica sonreía como siempre, pero su semblante estaba más serio, quizá un poco pálido, ¿o lo estaba imaginando? ¿Era quizá porque estaba desacostumbrado a verla?

Luego Tofú recordó algo e hizo cuentas. ¿Era acaso un nuevo aniversario de la muerte de su madre? Podría ser, habían pasado varios meses desde que él abandonó la clínica y ya no veía a los Tendo ni a ninguno de sus vecinos.

—Mucho tiempo —murmuró para sí.

—¿Decía algo, jefe? —preguntó el chofer.

Tofú sonrió con amabilidad.

—Sigamos, Hashi —dijo, y agregó—. No deberías fumar, es malo para tu salud.

—Ah... lo sé.

—Ya no lo hagas dentro del coche —dijo Tofú. El otro asintió y apagó el cigarrillo en seguida, un poco nervioso, la amable sonrisa de su jefe podía ser más peligrosa que un gesto severo—. Ahora vámonos, tenemos una reunión, Hashi.

El coche negro avanzó, pasando muy lento ante la florería, pero Kasumi Tendo no le dirigió ni una mirada.

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Se han hallado los cuerpos de dos hombres en un establecimiento del barrio de Shibuya. La policía no ha aportado datos aún, pero por los indicios se trataría de nuevas víctimas de la denominada «guerra de yakuzas», que ha escandalizado a la población de Tokio en las últimas semanas. Como ha ocurrido en el pasado no hay evidencias, tampoco se han revelado las identidades de las víctimas, pero se rumorea que podrían pertenecer al conocido clan Kimura. Tras una corta pausa comercial, seguiremos informándoles sobre...