La herencia

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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La herencia

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Ranma cerró el libro y lo dejó en la mesita a su lado, estaba cansado. Se acomodó en el sillón y el tapizado de cuero crujió bajo su cuerpo. Miró hacia la ventana, su biblioteca estaba en penumbras, la nieve oscurecía la vista del jardín, tan abundante como la lluvia pero silenciosa como si fuera motas de algodón.

Las puertas de la biblioteca se abrieron de par en par deslizándose con violencia. Una jovencita de melena corta hasta los hombros entró y buscó con sus ojos en la oscuridad hasta que lo encontró en el sillón. Entonces avanzó con tanta fuerza que el polvo de los libros se sacudió con cada uno de sus enfurecidos pasos.

—¡Bisabuelo! —lo llamó con las manos en la cintura—. ¡¿Cómo pudiste?!

Ranma arqueó sus pobladas cejas blancas y tiró ligeramente de un extremo de sus abultados bigotes. Sus ojos azules rodeados de arrugas se afilaron astutamente al instante, mirando hacia la ventana, planeando una ruta de escape en caso de ser necesario. Porque con esa niña nunca se sabía.

—Bisabuelo —insistió la jovencita, pasándose una mano por el cabello para terminar cruzando los brazos y marcando el paso del tiempo con el pie—, ¿qué demonios significa eso de que estoy comprometida?

Ella esperó. Ranma siguió tirándose del bigote, luego comenzó a jugar con la punta de su cabello gris y trenzado. Sus ojos azules giraron por todo el cuarto evitando los furiosos ojos color canela de su bisnieta.

—Pues... significa que te vas a casar, y no maldigas que así pareces una marimacho.

—¿Y? —preguntó la jovencita al límite de su paciencia.

—¿Y qué? ¿Hay más que no sepas? Ya te respondí lo que querías saber —dijo Ranma en tono aburrido—. Si tienes más dudas tontas será mejor que consultes un diccionario. Debes tener uno entre todos estos libros en los que tanto te gusta perder el tiempo en lugar de cuidar tu entrenamiento, ¡qué niña!

—¡Bi-sa-bue-lo! —la chica lo cogió por el borde de la bata y lo remeció con fuerza—. ¡Ya basta! ¡Respóndeme! ¿Cómo pudiste comprometerme sin mi consentimiento? ¿Qué es esto, la época feudal?... Apenas tengo dieciséis y no pienso casarme con un desconocido.

—¡No es un desconocido! —Ranma se sacudió soltándose y cayendo otra vez en el sillón—. ¿Qué crees de mí, que comprometería a mi bisnieta favorita con cualquiera? Tienes suerte de tener un bisabuelo tan dedicado a tu futuro y que te ama tanto como yo, si vieras cómo era en mis tiempos. ¡A mí sí que me comprometieron con una desconocida!... De hecho, con más de una... eh... Por suerte tu bisabuela resultó ser una chica tan dulce, femenina, tierna, bondadosa... muy linda y... sensual —Ranma sonrió sonrojándose ligeramente, reviviendo inconfesables momentos en una nube brillante y rosa de recuerdos—. Oh, sí, muy sensual...

—Por Kami, abuelo, deja ya de babear, es vergonzoso —la chica se sonrojó hasta las orejas—. ¿Entonces con quién se supone que estoy comprometida?

—¿Aceptarás? —preguntó Ranma con repentina viveza y energías, como si fuera otra vez un muchacho.

—¡No! —respondió la chica.

—¿Ni un poquito?

—¡¿Qué se supone que significa eso?! —preguntó su bisnieta confundida y más enojada todavía.

—Solo necesito un tataranieto, o dos, no es mucho sacrificio por el gran futuro de nuestra escuela de combate libre. Luego te divorcias si quieres...

—¡Otra vez estás pensando en tu estúpida escuela! ¿Y por qué necesitas un heredero?, ¿es que yo no te basto?

—Bueno, no peleas nada mal...

—Soy la mejor.

—... para ser una chica.

El anciano Ranma Saotome se fue de espaldas al piso cuando la jovencita levantó el sillón de un rápido puntapié.

—Vuelve a repetir eso, bisabuelo, ¡y juro que no vivirás para conocer a ningún tataranieto! —rugió.

—Qué genio —se quejó Ranma sobándose la cabeza—. Las chicas de hoy no son como las de mis épocas. Tu bisabuela sí que era una chica dulce, sumisa y muy dócil, ¡no como tú, niña!

—No me importa, soy como soy —respondió la jovencita—, ¡y no me pienso casar con un desconocido!

—Espera, querida, bisnieta mía, mi mochi, mi algodoncito de azúcar, mi pequeña samurái, ¿adónde vas?

—¿Dónde crees, bisabuelo? —la chica sonrió de una manera maquiavélica, con pura rencorosa maldad—. Voy a la cocina, le preguntaré a mi bisabuela, porque de seguro ella ya sabe sobre todo esto, ¿no?

—¡No, a tu bisabuela Akane no! —Ranma palideció—. ¡Ella me matará!

—Adiós, bisabuelo. Y no pienses en usar esa tonta técnica secreta del dragón milenario de la escuela Saotome. Ya nadie te cree cuando finges estar senil.

—¡No es una tonta técnica! Requiere mucha disciplina, carisma, destreza, planificación estratégica, fuerza y astucia. Maldición, ¡es uno de mis mejores trucos! ¿O crees que es fácil ser un anciano tan apuesto y tierno como yo?

—Nos vemos, bisabuelo.

—¡Kimiko, niña terca, espera!... ¿Es que no quieres casarte con el joven Kumon?

La joven Kimiko Saotome se detuvo en la entrada a la biblioteca. Todo su rostro enrojeció y sus labios temblaron.

—Que yo... yo con... ¡¿con Ryusei?!

Ranma chasqueó los dedos.

—Lo sabía, te gusta ese chico idiota. ¡Este matrimonio será perfecto!, es mi mejor idea hasta ahora, y eso que he tenido muchas. ¡Las dos últimas escuelas practicantes del arte del combate libre se unirán finalmente! —Ranma rio a carcajadas celebrándose a sí mismo.

Kimiko empuñó las manos, temblando de rabia, pero al mismo tiempo enrojecida por la vergüenza y quizás por algo más.

—¡Bisabuelo, eres un tonto!

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FIN

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Nota de autora: Espero que si leyeron el manga recuerden al personaje de Ryu Kumon, un muchacho que se hace pasar por Ranma con Nodoka, cuando ella aún no sabía que Ranma se transformaba en chica. Después se sabe que ese muchacho buscaba a Genma para vengarse, y además practica también el combate de estilo libre. Pero no les spoileo más si no lo han leído :) Por cierto, esos capítulos son muy buenos y la relación de Ranma y Akane se muestra tan afianzada y linda y.... oh, creo que tendré que escribir más sobre esa parte XD.

Gracias a todos por leer y comentar. Nos vemos mañana.

Romina

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora