Segunda oportunidad

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Segunda oportunidad

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Ranma Saotome terminó de verificar la dotación de alimentos y especias en la bodega del restaurante de okonomiyakis y se limpió las manos antes de ir a la parte de adelante, donde el frenético movimiento de un sábado por la noche hacía correr a todos en la cocina y en la plancha. Ranma paseó la vista por el local abarrotado y divisó a Konatsu, que estaba gritando órdenes a los camareros en un extremo de la plancha, mientras con destreza iba aderezando una fila de okonomiyakis.

Ranma se sonrió y las arrugas de la edad se marcaron en su rostro, al verlo pegarle con la espátula a uno de los chicos novatos que había confundido el okonomiyaki de camarón con el de mariscos.

—Oye, Konatsu, no es para tanto —se acercó Ranma y habló calmadamente. Luego miró al chico que estaba bastante aterrado de volver a recibir un espatulazo en pleno rostro—. Para el de camarón se usa la salsa más picante. Los mariscos en cambio deben brillar por sí mismos en la preparación, por eso la salsa es suave, y nunca, pero nunca, lleva queso.

El muchacho asintió, avergonzado y todavía temblando. Ranma se volteó hacia Konatsu, que tenía cara de pocos amigos, y le dirigió una sonrisa divertida.

Konatsu no respondió, volvió a gritar más órdenes a los chicos que estaban en la plancha y los instó moverse más rápido.

Después de las doce de la noche el movimiento de público bajó lo suficiente para que Ranma y Konatsu pudieran salir a tomar un poco de aire afuera. Konatsu encendió un cigarrillo y se recostó en la pared. Ranma se sentó en los cajones de madera que estaban apilados allí afuera, también sacó un cigarrillo y lo encendió. Se pasó una mano por el cabello, que traía desordenado, aunque igual de trenzado a como lo usaba en la adolescencia.

—No me agrada que me contradigas dentro del negocio —soltó Konatsu de pronto, al tiempo que liberaba el humo por la boca.

—¿Ah? ¿De qué hablas? —preguntó Ranma dándole una chupada a su cigarrillo.

—¿Por qué crees que es tan popular nuestro local? Somos los mejores okonomiyakis de la zona, y eso es por la estricta calidad en la elaboración y en el manejo de los ingredientes. Y eso es gracias a mí, debo decirlo —dijo Konatsu golpeando el cigarrillo para que la ceniza cayera al suelo—. Así que no toleraré que me contradigas con los novatos del restaurante, debo tener la autoridad aquí, después de todo, soy yo el que los está dirigiendo la mayor parte del tiempo.

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora