Juego

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Juego

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Irvin McGray y Ranma Saotome observaron atentamente el teléfono y pestañearon al mismo tiempo, luego se miraron entre ellos, y una vez más giraron los rostros hacia el aparato.

—Ayúdame a quitarme los guantes para poder marcar —dijo Ranma.

—No, mejor tú ayúdame, y yo marcaré —replicó Irvin, ya sentándose en una silla que estaba junto a la mesita del teléfono—. ¿Acaso no viste la televisión en la cocina? Ya sabemos adónde llevaron a los que venían en el transbordador, puedo llamar directamente a Anastasia.

—¿A Anastasia? —Ranma lo miró asombrado—. Están en las dependencias de la JASDF, ¿acaso vas a llamar como si nada y pedir que te den con ella o qué?

—Claro —dijo Irvin abriendo los brazos como si fuera lo más obvio, y de paso, exponiendo las manos para que Ranma comenzara el trabajo— Tengo mis métodos, ya verás. Pero con estos estúpidos guantes no puedo hacer nada.

—Tengo que llamar a Akane para decirle que estoy bien —insistió Ranma—. ¡Ella cree que estoy muerto!

—¡Anastasia también cree que estoy muerto! No puedo dejarla pensar eso, ¿y qué tal si otro le propone matrimonio pensando que ya no estoy en medio, eh? —se quejó Irvin.

—¡Pero Akane es mi esposa!

—Oh, vamos, Ranma...

—¡Y tengo una hija! —agregó después.

Irvin lo miró derrotado.

—Ah, no hagas eso, sacarme en cara a tu hija no es justo —dijo.

Ranma estiró los brazos para que su compañero, con algo de torpeza debido a lo abultado del traje, girara la pieza de los enormes guantes para desencastrarlos y poder tener las manos aún recubiertas por varias capas protectoras, pero al menos más libres.

—Ya tendré hijos para poder chantajearte, ¿sabes? —comentó Irvin mientras terminaba su trabajo—. Y serán muchos más que los tuyos.

—Apresúrate entonces —bromeó Ranma cerrándole un ojo.

El escocés sonrió.

—Lo haré, lo haré, no lo dudes —dijo—. Aunque... podría empezar mucho antes si me dejaras llamar primero, ¿qué dices?... ¿No te conmuevo ni un poco? —agregó poniendo cara de desamparo—. Piensa en mis futuros hijos. Serán cinco o seis... ¡Uno podría llevar tu nombre! ¿Todavía no te sientes tocado en tu bondadoso corazón?

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora