Tsunami

322 43 4
                                    


Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

.

.

.

Fantasy Fiction Estudios presenta

.

.

.

El año de la felicidad

.

.

.

..

...

....

Tsunami

....

...

..

La gran ola se alzó cubriendo el cielo. Irvin y Ranma nadaron desesperados, con dificultad por los grandes trajes de astronauta, pero no podían hacer nada, sus cuerpos eran pequeños como hormigas comparados con la gigantesca masa de agua. Ascendieron rápidamente por la pendiente azul, que era cada vez más empinada, siendo llevados por la corriente.

—No... No... ¡Maldición, no!... —Ranma braceó desesperado—... ¡No así! ¡No!

Y nada pudo hacer. Ni siquiera el gran Ranma Saotome era capaz de luchar contra la fuerza implacable y vengativa de una naturaleza herida por la torpe mano de los humanos. La pendiente terminaba en el inicio de la gran pared de agua. Ranma dejó de bracear, era inútil, y giró para encarar la muerte con los ojos abiertos. Vio como Irvin desaparecía en el muro de agua y se cubrió con los brazos cuando la gran masa pasó sobre él.

Todo lo que sentía era que su cuerpo daba giros más rápidos todavía que cuando caía del espacio. Respiraba agitado, por suerte no había abierto su casco y aún le quedaba oxígeno en el traje. Incluso a través del traje sentía sobre los brazos y las piernas las presiones que venían de todas direcciones, como si el agua misma quisiera triturarlo. Escuchaba el sonido raspado de las corrientes sobre su traje. Todo era oscuridad, absoluta oscuridad y un caos de burbujas sobre un color turquesa muy oscuro. Daba volteretas hacia adelante, luego hacia atrás, con cambios tan bruscos como si unos gigantes estuvieran jugando con él como balón; luego lo llevaban para un lado, para el otro, y otra vez hacia adelante y atrás. Tiraban tan fuerte de él que temió que sus brazos y piernas serían arrancados de su cuerpo por las corrientes que lo jalaban en todas direcciones.

Algo lo golpeó con fuerza, alcanzó a ver algas pasar delante de su casco, que se enredaron con su cuerpo, y luego escuchó la arena raspando el traje. De pronto vio una pared de arena y chocó contra ella; pero se dio cuenta de que no, no era una pared, era el fondo marino. Sin embargo no tuvo descanso, rodó sobre la arena y luego fue desprendido, sintiendo el golpe de una roca en el costado. Movió la mano, atemorizado de que su traje se hubiera rasgado con el golpe tan terrible. Volvió a girar una y otra vez, perdiendo la noción de su propia ubicación.

—Akane... Ranko... —susurró.

Estaba asustado. Había creído que la muerte sería algo instantáneo, rápido, como un pestañeo, sin embargo estaba allí, sufriendo en la oscuridad, azotado por fuerzas invisibles. Se entregó y dejó de luchar con sus miembros, entregado a su suerte, porque ni siquiera valía la pena intentar nadar. Estaba dentro de la corriente de un gran tsunami, jamás pensó que podría vivir y sentir tales cosas, el traje lo seguía protegiendo... o quizá alargando innecesariamente la agonía.

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora