El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)

Primera vez

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Primera vez

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—Pero no me traje ningún kimono, son difíciles de empacar —dijo Akane con un dedo sobre el labio, indecisa—, ni siquiera una yukata.

—Pensaremos en algo —dijo Ranma poniéndose las manos detrás de la nuca mientras caminaban despacio por las calles de aquel pequeño y tranquilo pueblo en Oku-Aizu.

—¿Cómo qué?

—Pues... podemos comprarte uno —respondió él mirándola de reojo.

—No, sería un gasto innecesario que no podemos hacer, además —dijo Akane de inmediato, muy práctica.

—Pero yo quiero que vayas a ese festival con un kimono —insistió Ranma.

—Y te digo que no es necesario —insistió también Akane—. Vamos a tener muchos gastos después y...

—Te digo que lo haremos.

—¡Ranma!

—¿Así vamos a empezar este matrimonio? ¿Peleando? —dijo el chico de pronto, y en el acto Akane se sonrojó y miró hacia otro lado.

—Yo no...

Por un momento, Ranma apartó la mirada también, no había querido decirlo, no quería usar esa palabra. Lo hacía demasiado real. Había sido fácil presentar los papeles en el ayuntamiento, y con las firmas de dos secretarias que trabajaban allí mismo como testigos todo quedó resuelto en cinco minutos. Apenas cinco minutos y cambió su vida para siempre, ¡y tanto que había costado que se decidieran! Bueno, a Akane le había costado más, sí, ella siempre complicaba las cosas.

—De acuerdo —respondió Akane volteando a mirarlo con una sonrisa, más animada—. Compremos una yukata.

—C-Claro... sí...

Ranma se quedó viéndola como atontado al darse cuenta de que estaba tan bonita. Qué gracioso que hayan estado dos días en el dojo Tendo legalmente casados y nadie se hubiera dado cuenta de nada. En realidad no había manera, un papel no cambiaba demasiado las cosas, eran simplemente ellos al saberlo los que cambiaban. Sin embargo, él no estaba aún del todo preparado para demostrarle abiertamente a Akane lo que de verdad sentía. Y estaba aterrado. ¿Qué hubiera pasado si los descubrían aunque fuera siquiera besándose? De inmediato se enterarían de que realmente estaban casados y comenzarían a exigirles cosas que ellos no querían aún. Lo peor sería si todos los demás locos de Nerima se enteraban y acudían al dojo en masa, arruinándolo todo.

Ranma sacudió la cabeza mientras continuaban andando, y miró de nuevo a Akane que sonreía junto a él mirando los escaparates de las tiendas. No pensaría en lo que podría haber sido, era mejor disfrutar lo que de verdad era.

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Se divirtieron como niños en el matsuri, compraron salchichas, bolitas de konnyaku y raspados. Pasearon y jugaron algunos juegos. Muy entrada la noche se apagaron las luces, y los sorprendieron los fuegos artificiales. Levantaron la cabeza con el resto de las personas que reían y charlaban disfrutando de la pequeña celebración, mientras el cielo se llenaba de luces de colores.

Entonces, algo en su interior que palpitaba anhelante, le dijo a Ranma que aquel era un buen momento. El chico miró a un lado y al otro y, protegido por las sombras y por la muchedumbre, se acercó más a Akane y le dio el primer beso oficial como marido y mujer.

Y el primero oficial desde que se conocían.

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FIN

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Nota de autora: Matsuri significa festival, o se usa también para denominar un día festivo. El konnyaku se hace usando la raíz de un tubérculo, y parece que sirve para hacer dieta porque tiene muy pocas calorías.

Oku-Aizu es una región en la prefectura de Fukushima en Japón, hasta allí se llega por la línea Joetsu del tren bala (¿se acuerdan que esa es la que tomaron Ranma y Akane en el fic de ayer?), y luego se toma un segundo tren de la línea JR Tadami.

Muchas gracias a todos por leer. Espero que les haya gustado esta pequeña historia de hoy. 

Recuerden que nos podemos ver en Fantasy Fiction Estudios en facebook.

Nos vemos mañana.

Romina