Juego peligroso (parte 2)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Juego peligroso

(parte 2)

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Shampoo se apretó contra él, buscando ahondar el beso y queriendo que la tocara más profundamente, separando más las piernas, casi asfixiando a Mousse con su abrazo. Él se separó un poco, buscando aire, y ella volvió a hablar contra su boca.

—Mousse... profesor...

Era un llamado de puro deseo que derretía sus huesos, pero también un grito de alerta. Mousse abrió los ojos de golpe y comprendió la escena: estaba besando a una alumna, estaba tocando a una chica inocente, aprovechándose de que estaba bajo su responsabilidad y confiaba en él. Era un depravado, un enfermo, un monstruo, pues quería hacerle el amor a Shampoo tan salvajemente hasta olvidar su nombre, o que eran profesor y alumna.

—Sh-Shampoo... —musitó, separándose un poco de ella, viendo su blusa entreabierta por donde aparecía el sostén, y la faldita del uniforme subida hasta las caderas, que dejaban al descubierto toda la ropa interior.

—Mousse... —dijo ella, moviéndose contra él, pero también abrió los ojos al notar que él ya no la tocaba, ni se movía siquiera—. ¿Mousse?

Lo miró a los ojos, a esos ojos de un azul oscuro y profundo que no siempre podía ver porque estaban ocultos tras aquellos gruesos anteojos. En esos ojos pudo percibir la duda, y quiso disiparla, decirle que todo estaba bien, que podían ser uno solo, podían unir sus cuerpos, ella no diría nada, no lo delataría, no haría que perdiera su trabajo o nada por el estilo. No buscaba eso, no quería perjudicarlo, lo único que quería era a él.

Shampoo le sonrió con dulzura y levantó las manos para tocar su cabello, largo y hermoso, que finalmente el director no había logrado cortar, y de a poco quiso soltarle la coleta.

Pero Mousse detuvo sus manos.

—No —dijo.

Shampoo lo observó sorprendida.

—Mousse, yo solo...

—Esto no está bien —siguió Mousse, bajando la mirada y apartándole los brazos.

—¿Qué? —soltó Shampoo en un tono duro—. Estaba muy bien, hasta que lo interrumpiste.

—¡Esto está mal! —exclamó Mousse, volviendo su rostro atribulado hacia ella—. Levántate, ¡debes irte!

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora