El rey demonio (parte 6)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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El rey demonio

(parte 6)

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La capital del reino de Nerima era una de las fortalezas más impenetrables de todo el continente. Estaba situada en la cima de una colina y tenía altos muros que rodeaban a todo el pueblo, defendiéndolo. Más allá del pueblo, en el punto más alto, y rodeado por una segunda muralla, se encontraba el hermoso castillo del rey Soun. Por el norte, Nerima estaba defendida por un alto e inexpugnable acantilado, sobre húmedos bosques, que la hacían imposible de alcanzar.

La noche ya había caído por completo. Las fuerzas se reunían en las gruesas murallas con algunas antorchas, mientras Tatewaki Kuno repartía órdenes a los arqueros. Akane corría entre las primeras casas del pueblo, que estaban muy cerca del patio que antecedía a la muralla, y habían quedado abandonadas luego de los sucesivos ataques del enemigo; en sentido contrario a ella, iban corriendo los ciudadanos que no servían a las fuerzas de defensa y que, como tenían ordenado hacer durante cada asalto, iban a refugiarse tras la fortaleza del castillo.

Los soldados le abrieron paso cuando subió las escaleras para llegar al adave, en la cima de los muros.

—Capitán, ¿cuál es la situación? —preguntó Akane.

Kuno se volteó hacia ella y se irguió antes de hacer una reverencia.

—Mi bella señora, luz en la oscuridad, temo informar que esos malvados demonios vienen en una fuerza superior a los anteriores ataques.

Akane no respondió. Pasó junto a Kuno hasta el borde de la muralla y se detuvo entre los arqueros apostados allí, mirando hacia el horizonte. En la noche solo podía verse un mar de antorchas acercándose, cubriendo toda la colina hasta perderse en la distancia. Quizás eran miles, pero no podía distinguirlos en la oscuridad.

—¿Los arqueros?

—Dispuestos, mi señora.

—Trae la infantería, los necesitamos también sobre las murallas de ser necesario.

—Pero, mi señora, ellos jamás han podido alcanzarnos —replicó Kuno—. ¿No sería mejor que aguardaran en el patio, defendiendo la puerta? Esos orcos son unos brutos, solo han atacado los muros indestructibles y la puerta una y otra vez...

El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora