El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)

Dulce recuerdo

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

.

.

.

Fantasy Fiction Estudios presenta

.

.

.

El año de la felicidad

.

.

.

..

...

....

Dulce recuerdo

....

...

..

Desde la pequeña colina por la que habían trepado se veía el pueblo más abajo y el bosque que lo rodeaba por el este. Akane inhaló el límpido y refrescante aire de la mañana y volteó a ver a Ranma, que de pie sobre una de las salientes rocosas del terreno, estaba silencioso mirando lejos, como si en realidad no viera nada.

—Entonces... ¿Ranma? —lo llamó ella y él volteó a mirarla—. Nunca me dijiste por qué elegiste este lugar para que viniéramos de luna de miel.

Él se encogió de hombros y comenzó a descender despacio, estirando una mano para ayudarla.

—No es una luna de miel, en realidad nos escapamos —respondió.

Akane puso los ojos en blanco.

—Quería llamarlo de alguna forma bonita —dijo Akane.

—No tengo intención de volver a Tokio... al menos no por ahora —agregó su esposo levantando la vista para mirarla.

—Lo sé —Akane asintió—. Yo tampoco tengo ganas de que media Nerima nos persiga y no nos deje en paz, y que nuestros padres insistan con lo del dojo.

—Aún no es tiempo de eso —reflexionó Ranma.

—Sí, somos demasiado jóvenes —dijo Akane, y volvieron a mirarse, estando de acuerdo los dos—. Y tenemos mucho que aprender aún.

Ranma asintió. Terminaron de bajar y continuaron andando por el camino de tierra que llevaba de vuelta al pueblo.

—No me has respondido —insistió Akane cuando llevaban unos instantes caminando en silencio—. ¿Por qué aquí?

—Este es el último lugar donde buscarían —dijo Ranma caminando a su lado con las manos en los bolsillos.

—¿Por qué? —Akane frunció el ceño.

—Aquí fue donde aprendí el Neko-Ken —respondió su esposo.

Ella se quedó un momento quieta, sorprendida por la noticia, y después continuó caminando.

—¿Aquí fue donde el tío Genma te enseñó ese truco con...?

—¡No digas esa palabras! —la interrumpió Ranma con horror.

—Lo siento —se disculpó Akane.

—Sí —continuó Ranma después—, estoy seguro de que mi viejo ni recordará este sitio; y si lo hace creerá que estoy demasiado asustado como para haber venido. De seguro comienzan a buscarnos en Kioto primero.