El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)

Camino torcido

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Camino torcido

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Tatewaki Kuno se removió en el asiento de la sala de espera del ayuntamiento de Nerima. Su acompañante resopló. Se miraron a los ojos un momento. Shampoo fue la que primero desvió la mirada.

—Esto ser ridículo —refunfuñó—. Deber irnos, deber irnos ahora.

Casi se levantó, pero Kuno aferró su brazo a tiempo.

—Estoy de acuerdo —dijo gallardamente moviendo su flequillo con una mano—. Sin embargo, mi honor de guerrero me impide hacerlo. La reparación debe ser del tamaño de la falta cometida. Debemos agachar la cabeza y aceptar nuestro destino, y ser fuertes, como los auténticos guerreros que somos, para no llorar por las mieles que podríamos haber saboreado de ser otras las circunstancias.

Kuno apretó con fuerza los ojos, a punto de derramar una lágrima. La clara imagen de la dulce Akane Tendo y la chica del cabello de fuego, tomadas de la mano y sonriéndole, acudió rápidamente a su cabeza.

Shampoo volvió a sentarse y cruzó los brazos, de reojo vio que su abuela, en la puerta del ayuntamiento, vigilaba, y le dedicó una mirada de advertencia que la dejó clavada en la silla. Se mordió los labios desesperada.

—Todo ser culpa de tonto chico pato —murmuró la muchacha china.

Después volvió su ira contra Kuno.

—Y ser tu culpa. ¿Qué hacer tú en fiesta esa noche? Nadie invitar, ¡nadie!

—Llegué allí atraído por el especial aroma de mi chica de cabellos de fuego y mi bella Akane Tendo, ambas se me presentaron en sueños diciéndome que me aguardaban en aquel lugar para ofrendarme su inocencia y sus más recónditos secretos —explicó Kuno—. Y nunca un Kuno ha desoído el llamado de una doncella.

El muchacho bajó la mirada.

—Sin embargo... fui engañado y no hallé a mis dos hermosas doncellas, sino...

—¡Callar! —ordenó Shampoo contrariada.

Lo había preparado todo tan bien, excepto que no había contado con Mousse, el tonto que se metía siempre donde no lo llamaban. El muy idiota confesó después que había cambiado las bebidas, esas que ella preparó con tanto esfuerzo, las que llevaban el elixir mezcla de drogas y afrodisíacos.

Había sido una tonta. Para colmo se había arriesgado sin protección, y en sus días fértiles.

No pudo ocultar de su abuela los síntomas por demasiado tiempo. Y Shampoo lloró amargamente cuando la vieja Cologne sentenció que no había manera de achacarle la criatura a Ranma ni con toda la magia china disponible.

Los llamaron, eran los siguientes.

Shampoo y Kuno se levantaron de mala gana y entraron a la oficina que decía «Certificados de matrimonio».

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FIN

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Nota de autora: Viendo que a la mayoría le gustó mucho el capítulo de ayer, creo que tendré que hacer una segunda parte XD, pero tendrán que esperar un poquito. Mientras tanto, aquí una de las veces en que a Shampoo los planes le salen muy mal. Pobrecita jojojo.

Muchas gracias a todos por leer. Nos vemos mañana.

Romina