El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)

De China llega un extraño

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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De China llega un extraño

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Todo comenzó cuando mi padre quiso comprometerme a la fuerza. Según él estoy comprometida, pero al carajo con eso, nadie en su sano juicio compromete a su hija de solo dieciséis años para casarse, y mucho menos con un completo extraño. ¿Acaso para alguien tiene sentido? Pues para mí no, aquí no hay nada de novelitas rosa o doramas románticos, yo no soy esa clase de chica, ¿quién podría estar feliz con algo así?

No soy una chica común y corriente, lo admito, no solo por este cabello extrañamente rojo que dicen heredé de mi abuela. Me llamo Ranko, Ranko Tendo, pero en mi familia a veces me llaman «Ranma», literalmente «caballo salvaje», creo que es porque soy... un poco temperamental y porque no puedo quedarme quieta en ningún sitio. Y sí, también soy un poco alocada y me gustan las aventuras. No soy la típica chica japonesa; mi hermana mayor, Kasumi, ella sí es perfecta, tranquila, dulce, siempre sonriente, cuando era pequeña anhelaba ser como ella, pero eso fue hace mucho tiempo y ahora estoy perfectamente conforme con lo que soy.

Mi familia tiene un dojo así que practico artes marciales desde que tengo memoria, y estoy muy orgullosa de decir que soy la mejor... o bastante cerca de eso. Mis padres solo tuvieron hijas, así que mi padre, un poco decepcionado, nos entrenó en el Arte, aunque a regañadientes, siempre preocupado porque no habría un hombre para heredar el dojo. Mi hermana mayor quedó descartada de inmediato, su carácter es demasiado dulce y dócil para ser una artista marcial, lo suyo siempre ha sido la vida doméstica, todo lo que compete a una ama de casa. Mi otra hermana, Nabiki, prefirió dedicarse a la escuela y a tener buenas notas para luego ir a la mejor universidad, su área son los negocios, o mejor dicho, la manera de cómo sacarle dinero a la gente. Solo quedaba yo, siempre pensé ¿quién necesita hombres si estoy aquí? Y mi padre lo sabe, conoce mi potencial, él incluso lo alentó con los años, he entrenado mucho por mi cuenta y soy buena.

¡Pero al cuerno con todo! ¡Estúpido pensamiento machista!

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¿Qué parte del no estoy comprometida no entendió mi padre?

¡Mierda!... Sí, lo dije, no será muy femenino pero lo repito: ¡mierda, mierda, mierda, mierda y mierda! Así grité cuando me enteré de que mi famoso prometido llegaba a casa para visitarnos. Mi padre como siempre mintiéndome, me dijo que ese idiota llegaría la próxima semana, estaba ya armando mi mochila para irme a entrenar a las montañas... ¡Me engañó!, ¡llegaba hoy!