El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)

¡El nuevo estudiante!, ¿un rival para Ranma?

Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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¡El nuevo estudiante!, ¿un rival para Ranma?

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El chico nuevo entró en el salón de clases casi flotando sobre el piso. Una luz celestial estaba suspendida sobre su cabeza, haciendo brillar su cabello naturalmente rubio y dándole a sus ojos celestes una profundidad especial.

Todas las chicas de la clase lo miraron con la boca abierta, a punto de babear. Los muchachos gruñeron ante su presencia como los perros ante un nuevo enemigo en el barrio. Hasta Ranma alzó los ojos del manga que leía en la mitad de la clase de matemáticas, al notar un silencio extraño.

El chico nuevo se presentó como Gary Stuart. Hablaba japonés con fluidez, también chino y coreano. Su padre había sido embajador por casi veinte años en más de diez países, por lo que Gary tuvo que aprender la lengua en cada lugar como un nativo. En su presentación también agregó que practicaba al menos cincuenta deportes distintos, incluidos artes marciales y patinaje artístico sobre hielo.

Tenía un cuerpo musculoso bien formado, un IQ de 204 y aunque todavía no terminaba la preparatoria, ya tenía un máster en Física termonuclear y un Ph. D. en antropología social. Además, tocaba muy bien el piano (y la guitarra, la batería, la flauta, el saxofón, el xilofón y la clave —aunque ya nadie tocaba la clave—).

Por supuesto también hablaba latín, pero hablaba solo, porque el latín es una lengua muerta y nadie la hablaba.

Siguió diciendo (mientras la maestra miraba su reloj), que no era porque él lo dijera, sino que así se lo habían comentado, que era un gran besador y buen amante; dulce, cariñoso, fogoso y excelente semental, porque en la primera vez dejaba embarazada a quien fuera.

Las chicas del curso soltaron grititos y después risitas tontas. Akane lo miró sonrojada, cosa que no se le escapó a Ranma, que la observaba por el rabillo del ojo.

Para finalizar, Gary Stuart confesó que era hechicero (y mitad descendiente de elfos), también monarca de un reino perdido, que manejaba los secretos arcanos y que la verdadera razón de su viaje a Japón era enfrentar y derrotar al mejor artista marcial del país en el estilo Todo Vale.

Murmullos de asombro recorrieron el salón y todos giraron la cabeza para mirar a Ranma.

—Pfffffftt —dijo él y volteó la página del manga y siguió leyendo.

Aquel desaire provocó la ira de Gary Stu, que lo llamó a pelear.

—¡Pelea, maldito! —exclamó.

Ah, quise decir Stuart, no Stu.

Entonces Ranma no pudo evitar por más tiempo el enfrentamiento. Se levantó de la silla sin soltar el manga y caminó despacio hasta el frente del salón. Gary adoptó una postura defensiva sacando su varita mágica y recitando en la mente un hechizo antiguo que solo él conocía (aunque probablemente no era que lo conocía, sino que lo había inventado, dado su alto nivel intelectual).

Ranma se acercó haciendo una mueca, le puso una mano en el hombro y de un solo movimiento lo sacudió, mostrando que era delgado como una estampilla. Lo arrugó como una hoja de papel y lo tiró al cesto de la basura.

Se volvió a sentar en su sitio a leer el manga y la maestra pudo seguir con su clase.

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FIN

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Nota de autora: ¿Cómo están? Espero que les gustara el capítulo de hoy, a mí me resultó muy divertido escribirlo XD. 

Muchas gracias a todos por leer. Mañana nos vemos.

Romina 

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