Corazón encubierto (parte 4)

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Ranma ½ no me pertenece.

Mas en momentos de desasosiego quisiera ser como Rumiko y portarme mal con los fans.

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Fantasy Fiction Estudios presenta

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El año de la felicidad

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Corazón encubierto

(parte 4)

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Poder fingir que todo estaba bien en la cena con su familia fue la prueba más dura que Akane Tendo había tenido que soportar en toda su vida. La noticia de la muerte de Ranma la había conmocionado, más aún al conocer su verdadero nombre, Shinnosuke Kusao, y conocer la verdad, era un yakuza, un criminal, o al menos estaba involucrado con ellos.

Ahora comprendía por qué él insistía en decir que era peligroso, por qué quería apartarse de ella, porque no le había dicho su apellido, ¡incluso había inventado un nombre! Le había mentido en todo, en absolutamente todo.

Akane recordó sus ojos brillantes, su sonrisa, la manera en la que la miraba o la tocaba. ¿También en eso había mentido? ¿Por qué se había acostado con ella? ¿Para satisfacerse solamente? Quizá sí sabía que le quedaba muy poco tiempo hasta que los yakuzas lo encontraran y lo asesinaran y solamente quería una última diversión. ¡Y ella había sido su juguete! La tonta y servicial Akane.

¿Siempre hacen eso? ¿Atender a cualquier desconocido que vean en la calle?

Recordó sus palabras y pensó en lo tonta que había sido al confiar en él, al entregarse de aquella manera a un hombre que ni siquiera le había dicho su verdadero nombre. ¡Tonta! ¡Estúpida Akane!

Pero aunque lo pensara, por más que supiera que él seguramente era un criminal que la había usado, su corazón dolía, y no podía acostumbrarse a pensar que él había muerto.

Al llegar a su casa se metió en la cama y lloró, por Ranma o Shinnosuke, por la vida que había tenido que llevar escapando de la justicia, por ella y la terrible suerte que tenía de conocer al único hombre que le había encendido la sangre poco antes de que él muriera. Lloró incluso por el bebé que no había tenido, lo único que le podría quedar de aquella mágica noche, y que tampoco tuvo la suerte de atesorar. Lloró porque podría haber amado a Ranma con toda la fuerza de su corazón, y creyó que él podría haber llegado a amarla algún día, pero no estaba escrito que sucediera.

Lo siento, decía la nota de Ranma.

Lloró hasta quedarse dormida.

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El año de la felicidad parte 1 (capítulos 1 al 200)Donde viven las historias. Descúbrelo ahora